Energía eléctrica en el espacio profundo

Rodrigo Moreno Plascencia

Fecha: 2023-11-06


Motores Iónicos: 

En las últimas décadas, la exploración espacial y la industria aeroespacial han experimentado grandes y notables avances, de entre los cuales destacan los métodos de propulsión alternativos como lo son los motores iónicos. Estos motores emplean principios del electromagnetismo y la física de partículas para proponer una alternativa revolucionaria a los sistemas de propulsión químicos convencionales utilizados en los cohetes desde las misiones Apolo. 

En este artículo exploraremos en detalle el funcionamiento y principios físicos de los motores iónicos, al igual que sus ventajas y desafíos dentro del marco de la exploración espacial.  

 

Principio de funcionamiento de los Motores Iónicos 

Los motores iónicos son una clase de motores de propulsión eléctrica que se basan en la tercera ley de Newton y en el principio de conservación del momento lineal. La principal diferencia con los motores químicos convencionales es que en vez de quemar combustible y expulsarlo en su forma gaseosa para obtener un impulso, los motores iónicos ionizan los gases para crear partículas cargadas, las cuales son aceleradas a muy altas velocidades por un campo eléctrico y al ser expulsarlas se proporciona el empuje necesario para que la nave se mueva. 

Un motor de este tipo tiene siempre tres componentes fundamentales: 

  1. La fuente de iones 

  1. El acelerador de iones 

  1. La fuente de energía 

 

Primeramente, es de suma importancia comprender que la ionización de un gas es el proceso mediante el cual los átomos o moléculas de un gas neutro ganan o pierden electrones de sus capas más exteriores para dar lugar a una partícula cargada positivamente (catión) o una partícula cargada negativamente (anión) las cuales pueden ser afectadas por los campos eléctricos. 

Existen diversos métodos de ionización como lo son las ionizaciones térmicas, por impactos, por radiación y por descargas eléctricas, siendo esta última aquella de interés para los motores iónicos de interés en este artículo. 

 

 

Donde X representa un elemento o partícula y e- representa el electrón desprendido en la primera reacción y el electrón agregado en la segunda. 

 

Fuente de Iones 

La fuente de iones es comprendida como el gas que será ionizado para proporcionar el empuje a la nave, usualmente se utilizan gases nobles para desempeñar este papel debido a múltiples razones. 

Los gases nobles son conocidos por su baja reactividad química, es decir, en condiciones normales su tendencia a formar enlaces químicos con otros elementos es muy baja y por ende el gas noble se puede contener por periodos largos de tiempo sin que el combustible (el gas noble) se oxide o se descomponga en otros compuestos.  

Los gases nobles que conocemos hoy en día son helio (He), neón (Ne), argón (Ar), kriptón (Kr), xenón (Xe) y radón (Rn). 

 

 

 

Ilustración 1 Los gases nobles de la tabla periódica junto con sus modelos atómicos que denotan sus orbitales completos. 

 

 

La baja reactividad química que presenta la última columna de la tabla periódica es una cualidad esencial en un motor iónico, ya que permite que los iones generados en el proceso de funcionamiento se generen y se aceleren sin sufrir reacciones secundarias no deseadas que puedan interferir con el proceso. 

Aunado a la baja reactividad, los gases nobles son fácilmente ionizables por lo cual no requieren grandes cantidades de energía y los iones formados tienen una excelente relación entre su masa y su carga eléctrica, lo cual resulta en una mayor eficiencia en términos de empuje por unidad de masa en comparación con otros gases que podrían utilizarse. 

Otro aspecto que destaca a los gases nobles como excelentes fuentes de iones es el hecho que, desde el punto de vista termodinámico, estos gases son estables dentro de un amplio rango de temperaturas y, por lo tanto, no son susceptibles a cambiar de fase o tener comportamientos inesperados en las condiciones extremas que existen en el espacio. 

Acelerador de Iones 

El segundo componente crucial de un motor iónico es el acelerador de iones. Este acelerador consiste en una disposición de electrodos en los cuales se aplica un voltaje específico. Esta aplicación de voltaje da lugar a la creación de un campo eléctrico que ejerce una fuerza sobre los iones cargados, impulsándolos y acelerándolos a medida que atraviesan el motor. 

En el diagrama inferior se muestra de manera gráfica el funcionamiento de un motor iónico, resaltándose la cámara donde se lleva a cabo la ionización, la fuente de iones, la región de aceleración entre los electrodos cargados y la zona de expulsión de las partículas aceleradas. 

 

Ilustración 3 Diagrama esquemático de un motor iónico. 

 

La fuerza a la cual se someten los iones se le conoce como la fuerza de Lorentz y es proporcional a la carga de las partículas ionizadas y al valor del campo eléctrico al cual son sometidas. Esta fuerza se describe mediante la siguiente ecuación cuando no existen campos magnéticos relevantes y se trabaje con gases con propiedades diamagnéticas: 

 

 

En donde Fe es la fuerza de Lorentz o la fuerza de aceleración, q es la carga del ion, E es el campo eléctrico generado por los electrodos. 

Debido a dicha fuerza aplicada los iones experimentan una aceleración significativa y a medida que estos avanzan por el acelerador su velocidad aumenta hasta que se convierten en iones de alta energía y son eyectados a través de una boquilla para proporcionar el empuje necesario para la propulsión de la nave espacial. 

Conociendo la fuerza que ejercen las partículas eyectadas, su masa y los parámetros de los cuales depende su velocidad de salida se puede calcular el impulso total que tendría un motor iónico con el siguiente desarrollo: 

 

Con la segunda Ley de Newton sabemos que: 

y con la fuerza de Lorentz podemos llegar a la siguiente ecuación: 

conociendo que la velocidad es igual a la aceleración multiplicada por el tiempo que dure dicha aceleración, obtenemos que la velocidad de escape de los iones es: 

 

En donde se agregan cuatro variables nuevas que son Ve la velocidad de escape, a que es la aceleración causada por los campos eléctricos, m la masa del gas ionizado y t que es el tiempo de aceleración. 

Finalmente, para conocer el empuje que tiene la nave gracias al motor iónico se utiliza la ecuación siguiente: 

 

Ventajas de los Motores Iónicos 

Ahora que comprendemos el principio de funcionamiento de los motores iónicos, podemos destacar algunas ventajas significativas de su uso en la exploración espacial y la propulsión de naves en el espacio profundo. 

Debido a que la eficiencia de propulsión de un motor está directamente relacionada con la velocidad de escape de las partículas expulsadas, los motores iónicos superan en eficiencia a los motores químicos convencionales. Esto se debe a que los motores iónicos aceleran partículas extremadamente ligeras a velocidades significativas, lo que resulta en una propulsión más eficiente. 

La eficiencia de los motores reviste una importancia fundamental, ya que a medida que esta aumenta, las naves espaciales pueden lograr velocidades significativamente más elevadas y cubrir distancias mucho mayores. Ambos factores son cruciales en el contexto de las misiones interplanetarias. Además, gracias al modo de operación característico de estos motores, se consigue una vida útil prolongada y un consumo de combustible drásticamente reducido, lo que los convierte en candidatos ideales para misiones de larga duración. 

 

Desafíos y Limitaciones 

No obstante, si bien los motores iónicos tienen notables ventajas en comparación con los motores convencionales, también presentan importantes desafíos y limitaciones. Uno de los obstáculos más significativos que deben superarse en el caso de los motores iónicos es la baja fuerza de empuje que ofrecen en comparación con los motores químicos. Esta diferencia implica que, si bien su eficiencia es sustancialmente mayor, la cantidad limitada de materia expulsada provoca que el tiempo necesario para acelerar una nave mediante un motor iónico sea considerablemente mayor. 

En adición a lo anterior, los motores iónicos funcionan mediante campos eléctricos y, como consecuencia, requieren una fuente energética constante para operar de manera eficiente. Este requisito limita su uso en regiones del espacio donde la obtención de energía solar es insuficiente debido a la distancia de una estrella o al agotamiento de la capacidad de la batería a bordo de la nave. 

 

Aplicaciones Futuras 

A medida que continuamos explorando el espacio y avanzando hacia los viajes interplanetarios, la tecnología de propulsión iónica desempeñará un papel esencial. Ya hoy en día, vemos algunas de sus aplicaciones con misiones como la sonda Dawn de la NASA, que ha explorado con éxito los asteroides Vesta y Ceres en nuestro sistema solar. 

Aunque los motores iónicos siguen en desarrollo y trabajando para superar algunos de los obstáculos que presentan, su papel en la exploración espacial se hace cada vez más evidente. Su eficiencia y durabilidad excepcionales los convierten en una elección lógica para misiones de exploración de larga duración. Sin embargo, es crucial tener en cuenta sus limitaciones, especialmente en lo que respecta a los requisitos energéticos, que pueden restringir su aplicabilidad en determinadas misiones. 

En definitiva, los motores iónicos representan un pilar fundamental en la vanguardia de la ingeniería aeroespacial, desempeñando un papel esencial en nuestra travesía hacia las estrellas. Esta tecnología prometedora proyecta un futuro emocionante y audaz para la exploración interplanetaria, ampliando nuestros horizontes cósmicos y llevándonos más cerca de los secretos que el vasto universo guarda. 

 



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Revista Hacia El Espacio de divulgación de la ciencia y tecnología espacial de la Agencia Espacial Mexicana.