Houston, Houston, ¿nos escuchas?* (Houston, Houston, do you read?)

James Tiptree Jr [Alice Sheldon]. (Reseña)

Vicente Bohórquez

Fecha: 2018-03-01


La participación de la mujer en los temas del espacio lamentablemente no ha tenido la misma visibilidad que la masculina y, pese a ello, su incursión no queda duda que es igualmente valiosa. Han sido circunstancias históricamente acumuladas las que han provocado inequidad de género en casi todos los aspectos del desarrollo humano. Afortunadamente los tiempos y los procesos por los cuales se ha pugnado por una equidad de condiciones se están desarrollando y consolidando con relativa rapidez.

 

Sin embargo, resulta importante recordar los momentos en los cuales aún en condiciones de inequidad ha habido mujeres que han tenido destacadas participaciones. En la literatura podemos recurrir en los terrenos nacionales a la figura de Sor Juana Inés de la Cruz, quien para poder desarrollar su arte tuvo que optar por el claustro como medida para escribir sin ser cuestionada; incluso llegó a tener que vestirse a la usanza masculina para ser considerada en un mundo gobernado por hombres.

 

Así encontramos diversas historias donde mujeres han tenido que recurrir al disfraz para tener que ocultar su género y destacar. En esta ocasión nuestro personaje es la escritora estadounidense Alice Sheldon, quien en plena época de liberación femenina tuvo que recurrir al mismo recurso.

 

Autor

 

Alice Sheldon, nació en agosto de 1915 en el estado de Chicago, Estados Unidos. Su niñez fue cobijada entre libros y viajes, su padre era abogado y su madre era escritora de libros de ficción pero también de manuales de viajero, de donde Alice Sheldon fue acumulando no solo millas de viejera sino experiencias de los diversos lugares que visitó entre los que se encuentran diversos países de Europa y África como Egipto y el Congo Belga.

 

Asimismo el lugar de residencia en sus primeros años estaba en Hyde Park, zona conurbada a la universidad de Chicago y caracterizada por ser un centro cultural donde incluso tomaría cursos de iniciación artística a los diez años. Realizó estudios en Suiza y Nueva York pero derivado de su primer matrimonio no pudo seguir debido a que la escuela no permitía alumnos casados.

 

Trabajó como crítica de arte en el Chicago Sun más o menos entre 1941 y 1942, sin embargo en este último año se enlistó en la fuerza área de los Estados Unidos con la idea de ser piloto pero las restricciones de ese momento sólo le permitieron ser parte del equipo de inteligencia fotográfica donde fue promovida a Mayor algo poco frecuente para las mujeres en esa época (estamos en plena segunda guerra mundial). Dadas las habilidades desarrolladas tiempo después fue enrolada por la CIA donde se interesó en la sicología experimental.

 

 

Aunado a sus intensas actividades de inteligencia, no dejó de lado su pasión por la escritura y en particular por el desarrollo de la ciencia ficción. Sin embargo advirtió que era un universo de hombres, una suerte de club de Tobi al cual las mujeres de ese momento no era fácil ingresar.

 

Así en 1967 aparece en escena James Tiptree JR, donde en palabras de la propia Sheldon: "Un nombre masculino parecía un buen camuflaje. Tenía la sensación de que un hombre pasaría desapercibido. He tenido demasiadas experiencias en mi vida como la primera mujer en una maldita ocupación".  Y funcionó durante más o menos 12 años cuando en 1979 y ante las suspicacias que ya causaba su nombre decidió revelar su verdadera identidad.

 

En 2012 Alice Sheldon fue reconocida en el Salón de la Fama de Ciencia Ficción e incluso se instituyó el James Tiptree, Jr. Literary Award, entregado desde 1991 a mujeres que reivindican en la ciencia ficción las cuestiones de género.

 

Tal vez la parte que más morbo causó en su de por si variopinta vida, fue la forma de su muerte la cual parecería ser un pacto suicida entre su esposo, Huntington D. Sheldon en el cual llegado el momento en que las enfermedades les deterioraran su calidad de vida dispondrían de ellas.

 

Contexto

 

Houston, Houston, ¿nos escuchas? Fue editada en 1976 se mantiene aún la bipolaridad del mundo entre países capitalistas y socialistas lo cual es resaltado en las películas de la época donde aún está presente el traspié estadounidense que significó la Guerra de Vietnam: Harry el sucio, Taxi Driver. Asimismo es el año de cintas ya clásicas como Rocky o Los Hombres del Presidente donde se desarrolla la investigación periodística que derivó en la renuncia del presidente Richard Nixon.

 

En julio de ese mismo año la NASA difundió las primeras fotografías recibidas por la sonda Vikingo que habría tocado tierra marciana. La particularidad de la fotografía llevó a llamarla “la cara de Marte” pues parecería vislumbrarse un rostro, sin embargo consideremos que aquellos año a pesar de que fue utilizada la mejor tecnología disponible no tenía la resolución digamos incluso de un teléfono celular de gama media de hoy día.

 

También es el año en que inicia filmación la primera cinta de la franquicia de Star Wars en Túnez para ambientar el planeta donde vive Luke Sky Walker.

 

Hacia septiembre de ese año fue fundada la Organización Internacional de Comunicaciones Espaciales o Intersputnik liderada por la Unión Soviética; es por demás decir que era la respuesta a la red de satélites tejida por Estados Unidos con países afines. La guerra fría se va orientando a las telecomunicaciones lo que a la postre derivaría en una suerte de guerra de las galaxias.

 

La Obra

 

Bajo el género de novela corta, Houston, Houston, ¿nos escuchas? ganó en el año de su edición (1976) el premio Nebulla por mejor novela otorgado por la asociación de escritores de ciencia ficción y fantasía de Estados Unidos, así como en 1977 ganó el premio Hugo a mejor novela patrocinado por la Sociedad Mundial de Ciencia Ficción.

 

En esta obra se nos presenta a tres astronautas a bordo de la nave espacial Sunbird  en plena misión es alcanzada por las ráfagas de una explosión solar que interrumpe sus comunicaciones con la base terrestre Houston e incluso los hace ir a la deriva en el espacio.

 

Tras largos intentos por obtener algún tipo de comunicación finalmente escuchan respuestas, sin embargo éstas son confusas y por demás extrañas. De hecho pasan tiempo tratando de descifrar palabra por palabra lo que han estado escuchando, sobretodo porque se trata de voces femeninas en lo que parece ser una conversación ajena a ellos.

 

Es hasta que directamente la señal les hace saber que los tienen localizados en sus radares y que les ofrecen ayuda cuando comienzan a tratar de averiguar de primera mano el origen de la respuesta a sus intentos de comunicación con Houston.

 

Al aceptar su ayuda una nave cercana los alcanza y gracias a una caminata espacial pueden ser “rescatados”, donde el Capitán Lorimer y su equipo son sorprendidos al ser recibidos por mujeres. Previo a su encuentro, los tripulantes del Sunbird en las comunicaciones con sus rescatistas llegan a la hipótesis de que viajaron en el tiempo  y se encuentran en el futuro.

 

Ya en contacto con sus anfitrionas les son revelados poco a poco los hechos por los cuales en la Tierra ya no hay hombres sino mujeres, las cuales han preservado a parte de la especie por medio de la clonación; incluso mediante manipulación hormonal y genética han creado mujeres con características físicas de hombres a las cuales llaman Andys, encargadas de trabajos físicos.

 

Sin embargo, súbitamente los tripulantes son objeto de diversos pensamientos, por un lado dos de ellos creen que son enviados de Dios para salvar a esas mujeres que desde hace tiempo no saben lo que es estar con un hombre mientras que el tercero en discordia reflexiona en torno a que ese tipo de pensamiento no es el correcto.

 

No obstante, la verdad es que están siendo puestos a prueba sin que ellos lo sepan…

 

Por su estructura Houston, Houston, ¿nos escuchas?, fue adaptada al formato radiofónico y se puede escuchar en el siguiente vínculo: 

 

 

* Son escasas las traducciones al español, de hecho prácticamente se encuentra en compilaciones de literatura de ciencia ficción, y entre esas pocas se encuentra una que traduce el título original como “Houston, Houston, ¿nos escuchas?” por lo que la traducción en el presente texto es libre pero también podría reutilizar la jerga de telecomunicaciones y quedar como “Houston, Houston, ¿nos copias?”.



Etiquetas: Alice Sheldon,recomendación,literatura,mujeres.

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Revista Hacia El Espacio de divulgación de la ciencia y tecnología espacial de la Agencia Espacial Mexicana.