Los mejores momentos para observarlas son después de las 10:00 pm en los meses de septiembre y marzo, respectivamente en los hemisferios norte y sur. Esto se produce cuando una eyección de masa coronal de nuestro Sol, choca con nuestra atmósfera, más precisamente con la magnetósfera terrestre y esas partículas ionizan el hidrógeno, el oxígeno y el nitrógeno de nuestra alta atmósfera y se empieza a acumular disparándose en forma de radiaciones electromagnéticas sobre la ionosfera terrestre, creadora, principalmente, de dichos efectos visuales.