El año de 1967 fue de gran relevancia para la humanidad en distintos rubros. En el tema principal que nos ocupa, el espacio exterior, fue el año donde la carrera espacial entre los Estados Unidos y la Unión Soviética se encontró en un punto álgido y se pisaban los talones, a manera de ejemplo tenemos que el 12 de junio los rusos lanzaron la sonda espacial Venera 4 hacia Venus; dos días después Estados Unidos enviaría la sonda Mariner 5 … efectivamente a Venus.
1967 también fue el año de una de las primeras tragedias de las misiones tripuladas, como bien se recordó en la pasada entrega de Hacia el espacio, el 27 de enero la nave Apolo 1, en maniobras de entrenamiento y prueba, tuvo un incendio en la cabina de la tripulación con un desenlace fatal para la tripulación principal.
En el contexto latinoamericano, en 1967 vio luz una obra cumbre del llamado boom literario latinoamericano con la publicación de 100 años de soledad de Gabriel García Márquez. En un ámbito más local, México se preparaba para llevar a cabo los XIX Juegos Olímpicos, en medio de un clima social marcado por conflictos estudiantiles y obrero-campesinos en varios puntos de la República, pero con gran expectación por la Olimpiada ya que serían las primeras en trasmitirse a colores.
En el plano musical es el año donde aparecieron acaso el número más alto de álbumes de los más influyentes artistas de todos los tiempos (o por lo menos que no ha sido igualado en cuanto número y calidad) para muestra unos botones: Jimi Hendrix, Are you experienced?; The Beatles con Sgt. Pepper's Lonely Hearts Club Band y Magical Mystery Tour; The Doors con su disco homónimo, al igual que Velvet Underground de Lou Reed y su sencillo The Velvet Underground; Bob Dylan y el álbum John Wesley Harding; Jefferson Airplane con Surrealistic pillow; Aretha Franklin con I never loved a man the way I love you; y Pink Floyd con su primer álbum de estudio The Piper at the Gates of Dawn, objeto de la recomendación en el entorno del Rock espacial.
Es casi el fin de la década de los sesenta, todavía faltan tres intensos años, pero el ambiente mundial está polarizado en entre capitalismo y socialismo, dicha polarización permea en todos los ámbitos, y la escena cultural no estuvo exenta de ello. En la música –y en la música occidental- se destaca un momento de experimentación con instrumentos poco convencionales como órganos, guitarras acústicas propias de culturas cercanas a ámbitos míticos como el budismo y afines; así como composiciones logradas bajo la influencia de sustancias como el LSD, hongos, y un largo catálogo que llevaron a alucinantes composiciones. Las obras más representativas tal vez sean la de Sgt. Pepper's Lonely Hearts Club Band y Magical Mystery Tour, de los Beatles y The Piper at the Gates of Dawn de Pink Floyd.
The Piper at the Gates of Dawn es el álbum que en buena medida abre el llamado rock espacial, a veces también llamado rock psicodélico e incluso precursor del llamado rock progresivo. Este álbum es catalogado de culto sobre todo por la participación de Syd Barrett fundador, voz principal, guitarrista y compositor líder de la banda pero que lamentablemente solo se vio plasmada en los dos primeros álbumes de estudio.
Pese a ello el legado de Barrett está en la elaboración de letras y sonidos en ese momento completamente vanguardistas y experimentales, no en balde The Piper at the Gates of Dawn fue grabado en los estudios Abbey Road donde también se grabó el psicodélico Sgt. Pepper's. La primera versión de estudio fue grabada en modo monoaural, sin embargo en ediciones posteriores hay en estéreo y remasterizadas. No enfocamos en la primera versión donde encontramos una lista de 11 temas.
Se destacan principalmente por las temáticas que nos ocupan, la de Astronomy Domine, cuya pieza abre el lado A del álbum (recordemos los discos compactos o el streaming todavía no existe y son los acetatos en formato de 33 o 45 revoluciones por minuto los formatos más comunes y comerciales) en la cual desde el título se hace alusión a un “dueño” del espacio o de los astros, en donde podemos percibir el uso de efectos y voces y sintetizadores que han sido retomados o han sido inspiradores para otras canciones y en otras escenas (un ejemplo es Public Service Broadcasting, véase Hacia el Espacio del mes de abril 2015 http://haciaelespacio.wix.com/hacia-el-espacio-25). En su letra se hace alusión a los planetas Júpiter y Neptuno y a sus respectivas lunas.
La otra pieza a destacar es la que abre el otro lado del vinil, y es Interstellar Overdrive pieza de corte instrumental y en donde podemos encontrar las texturas más o menos recurrentes de este género: movimientos de guitarra que se repiten en armonía con el bajo y que en vivo se prestaba a la improvisación, amén de su duración de casi 10 minutos, debido a sus cambios de ritmo intenso-calmado-otra vez intenso y al uso del órgano eléctrico característico en estas épocas y con una duración que no encaja –aún- en los parámetros de lo comercial.
En próximas entregas continuaremos con el tema del Rock Espacial, donde la lista de artistas y bandas es vasta: en una primera etapa, desde luego se mantiene Pink Floyd, seguido por los ingleses de Hawkwind, Porcupine Tree o Marc Bolan de la agrupación T. Rex., y veremos las influencias en grupos posteriores como Depeche Mode, Radiohead, Flying Saucer, The Fleming Lips y un largo etcétera. Por lo pronto se pretende redescubrir las raíces de este género más presente de lo que se cree, pese a que ya no hay una cortina de hierro la carrera espacial continua…