Las décadas de los sesenta y setenta del siglo pasado (XX) estuvieron marcadas por pequeñas pero significativas luchas que, en su conjunto, determinaron avances en las sociedades modernas: inclusión de los derechos humanos en las constituciones de los países, aceptación de las diversidades de raza y religión, así como, una mayor inclusión de la participación de las mujeres en todos los rubros del quehacer humano.
La música como vehículo expresivo no fue y no ha sido la excepción, tal vez de hecho, ha sido en cierta forma el más incluyente en cuanto a inclusión se refiere. A lo largo de la historia de la música encontramos las más diversas intérpretes y en los más variados géneros.
La propuesta en esta ocasión y en torno al tema del mes, corresponde a la cantante Janis Joplin, también conocida como la bruja cósmica. Su prolífica y veloz carrera es comparable con la misma velocidad en que se vio truncada.
Janis Joplin nació en una pequeña localidad de Texas en el año de 1943, su madre fue cantante del coro de la congregación local y creció escuchando música de cantantes de blues y góspel lo cual la marcó y hacia donde encauzó sus pasos.
Como se mencionó, la década de los sesenta fue marcada por una generación caracterizada por su rebeldía antisistema, fue la época del llamado flower power, de los hippies, de una juventud idealizante de la paz y del amor como camino a la liberación, al tiempo –oh paradoja- del escape de la realidad mediante el uso de drogas.
Para principios de esa década, Janis Joplin tendría aproximadamente 17 años e influenciada por el círculo de amigos cercano se aventuró en el mundo de la música, el blues como base rítmica sería una constante en su carrera aunado a una potente y educada voz en la cual son claramente identificadas influencias como Billie Holiday o Big Mama Thornton.
Es hacia 1966 cuando –digamos- es reclutada por la Big Brother and the Holding Company, banda de rock ubicada en la escena sicodélica del momento (ya decíamos eran los tiempos de la experimentación, uso y abuso de las drogas como medio de una suerte de liberación) y en la cual Janis Joplin sobresalió por sus interpretaciones como Kosmic Blues que alcanzó el sitio 41en las listas del Billboard de finales de 1969.
Durante su carrera interpreto poco más de 90 canciones, de las que destacan Down On Me, Get It While You Can, la clásica y utilizada en cualquier cantidad de comerciales Cry Baby, o Me And Bobby McGee, por mencionar sólo unas cuantas. Asimismo formo su propia banda la Kosmic Blues Band con la que despegó a las alturas de la fama.
Janis Joplin, lamentablemente además de su voz, también es recordada por sus adicciones y por ser parte de ese macabro club de artistas que no superaron los 27 años, como fueron sus contemporáneos, Jim Morrison o Jimmy Hendrix quienes fallecieron de manera directa o indirecta a causa del abuso de las drogas. Fue hallada muerta por sobredosis de heroína y alcohol en un cuarto de hotel de Los Angeles en octubre de 1970.
La obra de la bruja cósmica cumple con el cometido de enviarnos a diversas atmósferas y de remitirnos a una época de experimentación y anhelos como la conquista del espacio, la búsqueda del amor, o la paz espiritual, es una forma de subirnos a la nave de la imaginación y construir un mundo diferente; es también el reflejo de una mujer sobresaliente y fuera de este mundo.
La música como vehículo expresivo no fue y no ha sido la excepción, tal vez de hecho, ha sido en cierta forma el más incluyente en cuanto a inclusión se refiere. A lo largo de la historia de la música encontramos las más diversas intérpretes y en los más variados géneros.
La propuesta en esta ocasión y en torno al tema del mes, corresponde a la cantante Janis Joplin, también conocida como la bruja cósmica. Su prolífica y veloz carrera es comparable con la misma velocidad en que se vio truncada.
Janis Joplin nació en una pequeña localidad de Texas en el año de 1943, su madre fue cantante del coro de la congregación local y creció escuchando música de cantantes de blues y góspel lo cual la marcó y hacia donde encauzó sus pasos.
Como se mencionó, la década de los sesenta fue marcada por una generación caracterizada por su rebeldía antisistema, fue la época del llamado flower power, de los hippies, de una juventud idealizante de la paz y del amor como camino a la liberación, al tiempo –oh paradoja- del escape de la realidad mediante el uso de drogas.
Para principios de esa década, Janis Joplin tendría aproximadamente 17 años e influenciada por el círculo de amigos cercano se aventuró en el mundo de la música, el blues como base rítmica sería una constante en su carrera aunado a una potente y educada voz en la cual son claramente identificadas influencias como Billie Holiday o Big Mama Thornton.
Es hacia 1966 cuando –digamos- es reclutada por la Big Brother and the Holding Company, banda de rock ubicada en la escena sicodélica del momento (ya decíamos eran los tiempos de la experimentación, uso y abuso de las drogas como medio de una suerte de liberación) y en la cual Janis Joplin sobresalió por sus interpretaciones como Kosmic Blues que alcanzó el sitio 41en las listas del Billboard de finales de 1969.
Durante su carrera interpreto poco más de 90 canciones, de las que destacan Down On Me, Get It While You Can, la clásica y utilizada en cualquier cantidad de comerciales Cry Baby, o Me And Bobby McGee, por mencionar sólo unas cuantas. Asimismo formo su propia banda la Kosmic Blues Band con la que despegó a las alturas de la fama.
Janis Joplin, lamentablemente además de su voz, también es recordada por sus adicciones y por ser parte de ese macabro club de artistas que no superaron los 27 años, como fueron sus contemporáneos, Jim Morrison o Jimmy Hendrix quienes fallecieron de manera directa o indirecta a causa del abuso de las drogas. Fue hallada muerta por sobredosis de heroína y alcohol en un cuarto de hotel de Los Angeles en octubre de 1970.
La obra de la bruja cósmica cumple con el cometido de enviarnos a diversas atmósferas y de remitirnos a una época de experimentación y anhelos como la conquista del espacio, la búsqueda del amor, o la paz espiritual, es una forma de subirnos a la nave de la imaginación y construir un mundo diferente; es también el reflejo de una mujer sobresaliente y fuera de este mundo.
ALIEN / RIDLEY SCOTT / Vicente Bohorquez
“En el espacio nadie puede oírte gritar”
1979 fue un año donde vieron luz películas ahora llamadas de culto: Mad Max, Apocalipsis Now, The Warriors, Escape from Alcatraz, La vida de Brian, Kramer vs Kramer, 10 la mujer perfecta, Manhattan, Quadrophenia, El tambor de hojalata y particularmente Alien, motivo de reseña.
Las películas de ciencia ficción en ese año ya no eran novedad, dos años antes había sido estrenada la emblemática Star Wars, y las posibilidades en materia de efectos especiales iban desarrollándose día con día.
Ridley Scott daría origen a una de las franquicias cinematográficas más rentables en cuanto a ciencia ficción espacial se refiere, tanto por el personaje objeto de miedo y terror, como por el hecho de dar un giro al esquema clásico del “héroe de la película”.
Con Alien, (en México se le agregaría en esa ya tradición de arruinarle el nombre a las películas, “el octavo pasajero”), Ridley Scott dota de toda la carga y responsabilidad de la conducción de la trama a Sigourney Waever, como una suerte de espacial Juana de Arco con la misión de llevar –literalmente- a buen puerto la nave.
En el espacio la nave comercial Nostromo recibe una señal de auxilio que provoca la interrupción de la hibernación de la tripulación, con diversas especialidades y personalidades pero que tendrá el reto de afrontar la presencia de un ser desconocido y en donde la intriga interna ocasiona una lucha por la sobrevivencia entre especies. La máxima de Darwin llevada al espacio exterior.
Cobijada por una sutil pero poderosa banda sonora a cargo del especialista Jerry Goldsmith, nos lleva a la angustia de la amenaza extraterrestre así como a acentuar los contrastes de la condición humana cuando es llevada al extremo.
Alien es asimismo, un parteaguas en cuanto a monstruos cinematográficos se refiere y particularmente en los de corte espacial, tan fue así que es de esos personajes que tomó vida y posición propia, al grado de provocar un crossover con otro ser del espacio: el Predator de 1987 y con ello sobrepasar a su creador.Sin embargo, en este mes, la relevancia de esta película está en el hecho de que el director considero a una mujer astronauta como su protagonista-antagonista del intruso.
“Aquí estoy, amigo, para celebrar una fiesta, la mejor posible mientras viva en la tierra. Creo que ese es también tu deber”.
ALIEN / RIDLEY SCOTT / Vicente Bohorquez
Las películas de ciencia ficción en ese año ya no eran novedad, dos años antes había sido estrenada la emblemática Star Wars, y las posibilidades en materia de efectos especiales iban desarrollándose día con día.
Ridley Scott daría origen a una de las franquicias cinematográficas más rentables en cuanto a ciencia ficción espacial se refiere, tanto por el personaje objeto de miedo y terror, como por el hecho de dar un giro al esquema clásico del “héroe de la película”.
Con Alien, (en México se le agregaría en esa ya tradición de arruinarle el nombre a las películas, “el octavo pasajero”), Ridley Scott dota de toda la carga y responsabilidad de la conducción de la trama a Sigourney Waever, como una suerte de espacial Juana de Arco con la misión de llevar –literalmente- a buen puerto la nave.
En el espacio la nave comercial Nostromo recibe una señal de auxilio que provoca la interrupción de la hibernación de la tripulación, con diversas especialidades y personalidades pero que tendrá el reto de afrontar la presencia de un ser desconocido y en donde la intriga interna ocasiona una lucha por la sobrevivencia entre especies. La máxima de Darwin llevada al espacio exterior.
Cobijada por una sutil pero poderosa banda sonora a cargo del especialista Jerry Goldsmith, nos lleva a la angustia de la amenaza extraterrestre así como a acentuar los contrastes de la condición humana cuando es llevada al extremo.
Alien es asimismo, un parteaguas en cuanto a monstruos cinematográficos se refiere y particularmente en los de corte espacial, tan fue así que es de esos personajes que tomó vida y posición propia, al grado de provocar un crossover con otro ser del espacio: el Predator de 1987 y con ello sobrepasar a su creador.Sin embargo, en este mes, la relevancia de esta película está en el hecho de que el director considero a una mujer astronauta como su protagonista-antagonista del intruso.
“Aquí estoy, amigo, para celebrar una fiesta, la mejor posible mientras viva en la tierra. Creo que ese es también tu deber”.
ALIEN / RIDLEY SCOTT / Vicente Bohorquez
“En el espacio nadie puede oírte gritar”
La comandante Ripley se convierte en el eje conductor de la sobrevivencia de la especie humana y como una especie de referencia a la madre tierra, la proveedora y dueña de las posibilidades de una perpetuación de la especie. Es pertinente sin embargo hacer notar que el octavo pasajero si bien no queda muy claro cuál es su género, si parece está más orientado al género femenino y en ello su propia lucha. En Alien las referencias casi freudianas las hallamos hasta en el nombre de la computadora central: Madre.
Como es entendible las disputas sobre la primera mujer en el espacio pueden tener sus matices según se haya tratado de una caminata, solo la puesta en órbita, o según esquemas técnicos y políticos, recordemos que las fechas nos remiten a la década de los sesenta y setenta, en plena guerra fría y por tanto una guerra de propaganda también. En cualquier caso, esa misma disputa entre dos naciones provocó la participación de la mujer en el espacio, con Alien tenemos solamente una divertida e inquietante ficción. Alien. Actores: Sigourney Weaver, Tom Skerritt, John Hurt et al., Director Ridley Scott. 1979. Color, 117 minutos.
Como es entendible las disputas sobre la primera mujer en el espacio pueden tener sus matices según se haya tratado de una caminata, solo la puesta en órbita, o según esquemas técnicos y políticos, recordemos que las fechas nos remiten a la década de los sesenta y setenta, en plena guerra fría y por tanto una guerra de propaganda también. En cualquier caso, esa misma disputa entre dos naciones provocó la participación de la mujer en el espacio, con Alien tenemos solamente una divertida e inquietante ficción. Alien. Actores: Sigourney Weaver, Tom Skerritt, John Hurt et al., Director Ridley Scott. 1979. Color, 117 minutos.