A los 16 años de edad Goddard leyó el clásico de ciencia ficción "La Guerra de los Mundos" de H.G. Wells, y soñó con vuelos espaciales.
En el año de 1926 diseñó, construyó y voló el primer cohete de combustible líquido del mundo. Su logro se consideró tan importante, como el primer vuelo de los hermanos Wright.
Lanzado el 16 de marzo de 1926 desde la granja de su tía Effie en Auburn, Massachusetts, el cohete apodado "Nell" alcanzó una altitud de 12,5 metros en un vuelo que duró unos 2 ½ segundos.
Fotografiado aquí, Goddard está de pie al lado del cohete de 3 metros de altura, sosteniendo el soporte de lanzamiento. Para alcanzar un vuelo estable sin necesitar aletas, el pesado motor está localizado en la parte superior, alimentado por líneas que salían desde los depósitos de combustible llenos de oxígeno líquido y de gasolina, localizados en la parte inferior del cohete.
Durante su carrera, Goddard fue ridiculizado por la prensa por haber sugerido que los cohetes podrían volar hasta la Luna, pero él continuó sus experimentos, apoyado en parte por el Institito Smithsoniano y defendido por Charles Lindbergh. Ampliamente reconocido como un experimentador talentoso y un genio de la ingeniería, sus cohetes estaban muchos años adelantados a su tiempo.
Pero Goddard nunca vivió para ver su sueño de un cohete que viaja al espacio. Murió de cáncer de garganta en su casa de Baltimore el 10 de agosto de 1945, doce años antes de que el lanzamiento del satélite ruso Sputnik.
Goddard fue acreditado con 214 patentes. De éstas, 131 fueron presentadas por su esposa después de su muerte. Centro de Vuelo Espacial Goddard de la NASA en Maryland fue nombrado para el científico, al igual que el cráter de Goddard en la luna