Datos espaciales

Luis Federico Millán Valle

Fecha: 2017-08-01


En las últimas décadas, NASA, ESA, JAXA y muchas otras agencias espaciales han puesto una vastedad de satélites a orbitar alrededor de la Tierra, ya sea para tomar fotografías, para medir en el infrarrojo, para enviar luz láser (LIDAR) o pulsos de ondas de radio (RADAR) y ver en qué rebotan, para medir microondas, etc. Todos con el objetivo de, de una forma u otra, detectar remotamente y a gran escala parámetros terrestres o atmosféricos.

Los datos satelitales que resultan de estas mediciones son múltiples y variados; los portales de agencias espaciales y alguna que otra universidad los ofrecen por montones. Allí se encuentra desde la temperatura de la superficie del océano, su color y su salinidad, hasta la distribución del ozono en la estratósfera, pasando por mediciones de dióxido de carbono, nubes y aerosoles, entre muchos otros datos. Pero las agencias espaciales no pararon allí, varios satélites han vagado a lo largo y ancho del sistema solar; han recorrido todos y cada uno de los planetas (incluido el ahora destituido Plutón). Uno de ellos incluso incursionó dentro del medio interestelar al viajar hacia la nube de Oort, una marabunta de objetos trans-neptunianos que delimita el sistema solar. Lo que significa que no solo se puede estudiar la Tierra, sino que se pueden estudiar los mares y lagos (probablemente de etano y metano liquido) de Titán, la luna más grande de Saturno, y hasta los ciclones polares del tamaño de la Tierra en la atmósfera de Júpiter.

Lo hermoso de estos datos es que en su gran mayoría son totalmente gratis y están al alcance de cualquiera que tenga una computadora y unos cuantos minutos (quizá horas) de ocio. Algunas veces hay que llenar una formilla, nada que no se haga para darse de alta en una red social. Otras veces hay que ir llenando un carrito de compras ¾tal cual como si se estuviera ordenando algo por internet¾, dirigirse a la zona de pago en donde no se requiere ningún tipo de tarjeta de crédito, dar unos cuantos clics, y esperar la descarga. Es más, las fotos (o los conglomerados de éstas) tan solo hay que buscarlas en Google (o en el buscador de su preferencia) y allí están, enviadas desde la órbita de Saturno y mostrando sus anillos en su máximo esplendor, o enviadas desde Marte por alguno de los rovers que vagabundean sobre la superficie del planeta rojo.

La complejidad de estos datos varía bastante; se puede encontrar desde mediciones calibradas (radiancias, reflectividades de radar, temperaturas de brillo, etcétera, etcétera), hasta variables geofísicas derivadas de una mezcla de mediciones ya puestas en una malla de referencia. Solo basta saber lo que se busca. Los novatos pueden empezar con lo que se conoce como nivel 3:  datos en mallas de referencia o, lo que es lo mismo, los datos ya listos para, en un abrir y cerrar de archivos, simplemente ser graficados en el lenguaje de programación que cada quien prefiera.

Estos datos le sirven a cualquiera, desde el estudiante de preparatoria que quiere saber cuál es el cráter más profundo de la luna o la temperatura promedio del Mar de Cortés, hasta los estudiantes de doctorado o investigadores que quieren indagar sobre la influencia de la temperatura de la superficie marina sobre las nubes de la capa límite planetaria o la relación entre los jets atmosféricos y los gases traza, por poner algunos ejemplos. La clave de su aprovechamiento es tener paciencia y leer con calma los documentos que describen su uso. Hay que empezar a utilizarlos, familiarizarse con ellos e ir desenmarañando, poco a poco, como quien desenreda un nudo de estambre, toda la información que brindan.

A continuación, una breve lista de sitios en los que se pueden encontrar este tipo de datos

https://mirador.gsfc.nasa.gov/

https://reverb.echo.nasa.gov/

http://badc.nerc.ac.uk/

https://earth.esa.int/web/guest/eoli

https://www.missionjuno.swri.edu/

https://mars.nasa.gov/msl/multimedia/images/

 

 

 

Mapa topográfico de la luna hecho con datos del altímetro laser Selene.

 

Mapa de la columna de dióxido de nitrógeno (NO2) hecho con los datos del instrumento para monitorear Ozono (OMI por sus siglas en inglés). El mapa es un promedio de las emisiones del año 2016. NO2 es un gas traza producido por automóviles, camiones, plantas de energía, etc. En el mapa se pueden ver el impacto contaminante de la Ciudad de México y Monterrey que, aunque es evidente, no es nada comparado con las emisiones de los Estados Unidos.

 

Imagen satelital del Huracán Ike. Esta imagen fue hecha con datos del Atmospheric Infrared Sounder (AIRS) tomados el 12 de septiembre del 2008. Los colores morados muestran topes nubosos fríos, lo que indica nubes altas y nubes de tormenta; los colores rojo-anaranjados indican que no hubo nubes en esas localidades.

 



Referencias:

https://science.jpl.nasa.gov/people/Millan/



Etiquetas: mapas,satélites,telemetría

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Revista Hacia El Espacio de divulgación de la ciencia y tecnología espacial de la Agencia Espacial Mexicana.