David es Ingeniero en Mecatrónica, Premio Estatal de la Juventud 2008, Premio Nacional de la Juventud Bicentenario en Ciencia y Tecnología, y Premio de Ingeniaría de la Ciudad de México 2012.En el verano de 2010, Junto con un grupo de 25 estudiantes y graduados, tuvo la oportunidad de ser invitado por primera vez a un campamento de prácticas profesionales de ingeniería en la NASA. Este campamento de Ingeniería en Centro Goddard de Vuelos Espaciales,(GSFC, por sus siglas en inglés), se trataba de un programa, que solicitaba a los mejores graduados de ingeniería, para trabajar en el GSFC en proyectos reales de la NASA, por tres períodos durante el año. Esto impactó las carreras de más de 100 jóvenes estudiantes de ingeniería de varios países del mundo.En entrevista con Hacia el Espacio, David nos comenta: “estuvimos trabajando por tres meses demostrando exactamente las habilidades, aptitudes, actitudes y energía que se necesitan para tener éxito no sólo en la industria Aeroespacial, sino también en tecnologías disruptivas como vehículos de exploración autónomos y en mi caso las aplicaciones de Android”, de igual forma, aseveró que toda la experiencia fue un complemento significativo a sus conocimientos, maximizando las capacidades de comercialización en un mercado laboral muy difícil y en ocasiones totalmente cerrado. La intención de estas prácticas profesionales, radicaba en participar y aprender de proyectos reales, bajo la supervisión de científicos de la NASA; por ejemplo para la Misión de un “Satélite de Servicio”, el proyecto se probó en un vuelo de “gravedad cero” También colaboró con distintas Direcciones de Ingeniería.“Diseñamos y construimos robots; para ser utilizados de manera autónoma y también manipulados por un operador remoto” continúa David, y confía en que varios artículos y tesis surgirán de estos trabajos, así como la esperanza de ser llamados a participar a tiempo completo en los proyectos. Finalmente, David nos deja un mensaje: “México necesita hombres y mujeres que tomen riesgos, pioneros que no tengan miedo al desierto, hombres y mujeres de negocios que no tengan miedo al fracaso y a la inversión a fondos perdidos, científicos que no tengan miedo a la verdad, inventores que no tengan miedo al progreso y soñadores que no tengan miedo a la acción. Y eso es exactamente lo que somos. Nos gustaría ver que en México se contara con enseñanza interactiva, donde las aulas fuesen el lugar menos transitado por los estudiantes de ingeniería y lograr también una enseñanza directamente en el lugar de la acción, del trabajo, de la construcción, del diseño; del compromiso de aprender y aplicar, para salir del circulo vicioso de no encontrar trabajo porque no se cuenta con experiencia y no tengo experiencia porque no me dan la oportunidad de un trabajo”