Programa Sino-Brasileño de Satélites de Percepción Remota CBERS

Mario M. Arreola Santander

Fecha: 2014-04-01


El programa CBERS (China Brasil Earth Resources Satellite) se inicia con una asociación particular entre Brasil y China en el sector científico y tecnológico espacial en 1988, con un financiamiento de US$300 millones de dólares. Esto permitió a Brasil entrar en el selecto grupo de países con capacidad de teledetección propia.

 

 

Quizá el motivador principal para Brasil fue contar con la infraestructura espacial para la observación de su inmenso territorio con sus propios satélites y lograr la autonomía en este rubro.
 
Inicialmente el programa CBERS contemplaba sólo dos satélites CBERS-1 y 2, Sin embargo los buenos e inmediatos resultados debidos al perfecto funcionamiento de las naves espaciales CBERS-1 lanzada en 1999 y CBERS- 2 en 2003 y su correcta puesta en órbita por el cohete Larga Marcha 4B, llevó a ambos socios a ampliar el acuerdo en el 2002 para una segunda etapa que incluyó otros tres satélites de la misma categoría; el CBERS-2B, lanzado en 2007, y los CBERS-3 y 4.  
 
Una derrama importante en el ámbito del conocimiento se dio con el desarrollo de sensores para los satélites CBERS lo cual llevó a Brasil a contar con importantes avances tecnológicos y científicos, que beneficiaron a más de setenta mil usuarios en más de 3,000 instituciones entre las que se cuentan: IBAMA , EMBRAPA , del IBGE, Universidades, Petrobras, Vale, INCRA, Chefs, y muchas otras. Las cuales están inscritas como usuarios activos del proyecto CBERS. El acervo consta de más de 800,000 imágenes distribuidas hasta el presente. Casi todas las instituciones relacionadas con el medio ambiente y recursos naturales son los usuarios de las imágenes CBERS.
 
Sus imágenes tienen múltiples usos, como el monitoreo de los recursos hídricos , zonas agrícolas, el crecimiento urbano, el uso del suelo, y en la educación. Es fundamental para los grandes proyectos nacionales estratégicos, como el de tratamiento de aguas residuales (PRODES), contrarrestar la deforestación y la quema en la Amazonia, la evaluación de la deforestación en tiempo real y monitoreo de cultivos como la caña de azúcar y otros.
 
Como consecuencia de la reciente pérdida del CBERS-3 en diciembre del 2013 durante su lanzamiento desde Taiyuan, China por la falla en un motor del lanzador que lo portaba, se apresura la fabricación del siguiente satélite de la serie; el Cbers-4 que estaba programado para 2015 y se prevé será lanzado en diciembre de 2014.

 

 

Características Técnicas de los satélites CBERS 1, 2 y 2B
 
Los CBERS-1 y 2 se componen de dos módulos . La “carga útil” está compuesta por los sistemas ópticos para captura de imágenes (cámara CCD para imágenes de alta resolución, IRMSS – Imágenes por barrido de resolución media y WFI, Cámara para imágenes de campo amplio) utilizado para la observación de la Tierra y un repetidor del sistema de recolección de datos ambientales de Brasil. El módulo de "servicio" contiene el equipo que garantiza el suministro de energía eléctrica, los controles, las telecomunicaciones y otras funciones necesarias para el funcionamiento del satélite.
 
El CBERS- 2B es muy similar a los CBERS-1 y 2 , pero el IRMSS se sustituye por una cámara de alta resolución pancromática (HRC).
 
La energía eléctrica necesaria (1,100 W) para el funcionamiento del equipo de a bordo se obtiene mediante un arreglo de celdas solares que se despliega cuando el satélite es puesto en órbita y que mediante un control automático se mantiene constantemente orientado hacia el sol.
 
Para obtener imágenes de alta resolución, se deben cumplir requisitos rigurosos que permitan el apuntamiento de las cámaras del satélite por lo que cuenta con un sistema de control de actitud de alta precisión. En el caso de CBERS-2B, una mejora importante es la instalación de un sensor GPS (Sistema de Posicionamiento Global) y otro para las estrellas que asisten a los mecanismos de control de actitud. Este sistema se complementa con un conjunto de propulsores de hidracina que también ayudan en la corrección de posibles maniobras de órbita nominal del satélite.
 
Los datos del comportamiento de los componentes internos del satélite son recogidos y procesados por un sistema de cómputo distribuido antes de ser transmitidos a la Tierra para supervisar su estado de operación. Un sistema de control térmico activo y pasivo proporciona un entorno apropiado para el funcionamiento del complejo equipo del satélite.

 



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Revista Hacia El Espacio de divulgación de la ciencia y tecnología espacial de la Agencia Espacial Mexicana.