Toda el agua de la Tierra. Imagen: Jack Cook, Adam Nieman, Woods Hole Oceanographic Institution, Howard Perlman, USGS

En 1992 la Organización de las Naciones Unidas (ONU), estableció el 22 de marzo como el Día Mundial del Agua; un día para reflexionar sobre la importancia de conservar este recurso vital necesario para prácticamente todas las actividades sociales y económicas, y al que desafortunadamente, más de 200 millones de personas en el mundo padecen estrés hídrico, mientras unas 400 millones sufren escasez severa.

Problemáticas como el aumento en la población mundial, el cambio climático, la insostenible demanda de productos derivados de la agricultura, la ganadería y la industria en general, han agudizado el problema de desabasto de agua potable, sobre todo en países pobres y en vías de desarrollo.

Las actividades agropecuarias representan casi 70% de la extracción global de agua por irrigación, y sobre todo por la cría de ganado. Por lo que, modificar los hábitos alimenticios y de consumo entre los individuos en cada país, representa una gran oportunidad para mejorar la situación actual de escasez y atenuar las proyecciones negativas que se tienen previstas para los próximos años, las cuales son muy desalentadoras.

Este año la ONU lanzó un micrositio con diversos materiales educativos, donde invita a reflexionar en relación al verdadero valor del agua para cada individuo y cómo podemos protegerla mejor en los espacios donde vivimos, trabajamos y estudiamos. También encontrarás materiales con información sobre su importancia en la cultura, la salud, la educación, la economía y la integridad de nuestro entorno natural: https://www.worldwaterday.org/learn