Edwin Hubble fue un científico estadounidense que aportó avances significativos en el entendimiento del universo. En 1929 mostró que las galaxias se alejan entre sí con una velocidad proporcional a su distancia. La explicación puede parecer simple pero es revolucionaria, al postular que el Universo se está expandiendo.
Hubble nació el 20 de noviembre de 1889 en Marshfield, Missouri, Estados Unidos. Su familia se trasladó a Chicago en 1898, donde Hubble asistió al instituto, siendo un alumno prometedor, aunque no excepcional. Destacaba más por sus habilidades deportivas, batiendo el record de salto de altura del Estado de Illinois. En la universidad también destacó como deportista jugando en el equipo de baloncesto de la Universidad de Chicago. Obtuvo la beca Rhodes en Oxford donde estudió Derecho.
Fue poco tiempo después de su regreso a Estados Unidos cuando decidió que su futuro sería la Astronomía. En los primeros años veinte, Hubble jugó un papel crucial en determinar lo que eran las galaxias. Se sabía que algunas nebulosas espirales (nubes borrosas de luz en el cielo nocturno), contenían estrellas, pero no había consenso sobre si se trataba de un conjunto relativamente pequeño de estrellas dentro de nuestra propia galaxia, la Vía Láctea1, que se extiende a través del cielo, o si eran galaxias separadas, o 'universos isla', tan grandes como nuestra galaxia pero mucho más distantes.
En 1924, Hubble halló las estrellas individuales que constituyen la nebulosa de la región externa de la galaxia de Andrómeda. Además, descubrió que cuanto más lejos estaba la galaxia, más alta era su velocidad de recesión. Se trataba de una débil mancha de luz con un diámetro aparente del tamaño de la Luna y mostró que se encontraba alrededor de cien mil veces más lejos que las estrellas más cercanas. Debía tratarse, por tanto, de una galaxia separada, comparable en tamaño a nuestra propia Vía Láctea, pero mucho más alejada. Hubble fue capaz de medir la distancia de sólo un puñado más de galaxias, pero se dio cuenta de que a grosso modo podía tomar su brillo aparente como una indicación de la distancia.
La velocidad a la que una galaxia se acercaba o alejaba de nosotros era relativamente fácil de medir debido al desplazamiento Doppler de su luz. De la misma manera que la frecuencia del sonido de un coche de carreras decrece a medida que se aleja, la luz de una galaxia se hace más roja. Aunque nuestros oídos pueden oír el cambio de tono del motor del coche de carreras, nuestros ojos no pueden detectar el diminuto desplazamiento al rojo de la luz, pero con un espectrógrafo sensible Hubble fue capaz de determinar el desplazamiento al rojo de la luz de las galaxias distantes.
Los datos de observación de los que Hubble disponía en 1929 eran incompletos, pero ya fuera guiado por un instinto inspirado o tuviera una enorme suerte, lo cierto es que supo tomar los datos correctos que señalaban que el desplazamiento al rojo era proporcional a la distancia. Desde entonces, datos mucho más precisos han venido a corroborar que su conclusión era acertada. Las galaxias se alejan de nosotros y a su vez entre ellas a medida que el Universo se expande.
A la vista de la Relatividad General, la teoría de la gravedad propuesta por Albert Einstein en 1915, se llega a la ineludible conclusión de que todas las galaxias, y todo el Universo, tuvieron origen en una gran explosión (Big Bang) hace miles de millones de años. Así nació la nueva ciencia cosmológica.
Hubble realizó sus grandes descubrimientos con el mejor telescopio del mundo en aquella época, el telescopio de 100 pulgadas del Monte Wilson en el sur de California. Hoy lleva su nombre el mejor telescopio que tenemos, no en la Tierra, sino como satélite de observación en órbita alrededor de nuestro planeta. El Telescopio Espacial Hubble continúa el trabajo iniciado por el propio Hubble, cartografiando el Universo y obteniendo las más extraordinarias imágenes jamás vistas de lejanas galaxias.