Tengo 43 años de edad, nací en 1971, cuando el mundo era muy diferente al que hoy habito.” He sido observador silente de los efectos de una Guerra Fría que supuestamente terminó en 1991, durante 20 años crecí escuchando, entendiendo y viviendo sólo una parte de la historia, la de los EE.UU. y sus aliados. Sin embargo, en materia de historia espacial, en la primaria me enseñaron sobre el satélite Sputnik, la perrita Laika, el primer CosmonautaYuri Gagarin, el Apolo 11 y la llegada del hombre a la Luna.
En todos loscasos como referencias obligadas de un currículo básico. Con los años, fui siguiendo -a manera de noticia- el desarrollo del programa espacial de la NASA, la Estación Espacial Rusa Mir, la Agencia Espacial Europea (ESA), las iniciativas de China, India y Japón entre otras; y felizmente, la Agencia Espacial Mexicana AEM hace poco tiempo. No soy un especialista en materia aeroespacial, pero soy de la generación de Star Wars, aprendí el gusto por Buck Rogers, Flash, Star Trek, Galáctica, el Planeta de los Simios, E.T., Superman, etc. Algo de ciencia, por Carl Sagan y Discovery Channel, y mucho de entretenimiento por Hollywood. Esto ha logrado mantener mi interés en el tema "al infinito y más allá.." desde que tengo memoria. La visita al Museo del Espacio en Moscú.
Evidentemente el recinto que alberga al Museo es espectacular, en su exterior me parece un gran discurso socialista -que no comunista- hecho monumento, muros sobrios cubiertos con relieves en bronce narrando la vinculación del pueblo y la ciencia bajo un gobierno que sale a la conquista del espacio simbolizado por una gran estela que sostiene el vuelo de un cohete. Literalmente, es uno de los monumentos más altos en la zona de Moscú donde esta ubicado el museo. Al ingresar a la exposición permanente, donde todas las explicaciones y narrativas estaban en ruso, salvo algunas simbólicas excepciones brevemente redactadas en inglés; y después de pasar algunos minutos tratando de inventarme yo mismo la historia de lo que estaba observando, se me acercó una persona, y de forma muy respetuosa y amable me dijo: "hablo un poco de español, ¿de dónde vienes?", y claro, yo respondí: " ¡De MÉXICO!" A lo que me respondió sin sorpresa: "¡ah qué bien!, yo viví en Querétaro por un año". Vaya, me encontró un ruso que hablaba poco español, pero entendible, y que había vivido en Querétaro. Aquí comenzó mi aventura transcultural en materia de historia aeroespacial. Lecciones de un bromista guía ruso en el Museo del Espacio en Moscú, que hablaba algo de español, a un turista mexicano: (ficción o verdad)
1. Para el Apolo 11, la NASA gastó $2 millones de dólares en desarrollar una pluma que pudiera escribir en todas las posiciones (el bolígrafo), los rusos decidimos utilizar un lápiz (por un monto insignificante).2. El costo del traje espacial que la NASA utiliza para "las caminatas espaciales" es de $1 millón de dólares, el ruso de solo $10 mil dólares.3. El primer transbordador espacial fue diseñado por los rusos, pero nos dimos cuenta que no tenia sentido práctico su reutilización con un costo tan elevado. Es por esto que desechamos el proyecto. A la NASA le tomo 20 años llegar a la misma conclusión.4. Las palabras más famosas de Yuri Gagarin, durante el lanzamiento del Vostok 1 fueron: "Vámonos!" ("let's go!) en ruso, claro, después de las tremendas formalidades de comunicación del control de misión. (hay un audio en internet)5. La estación Mir, donde Mir significa "paz" o "mundo", Soyuz significa "unión"; también me aclaró, que CCCP no quiere decir: "cucurrucucú paloma”, quiere decir Soyuz Sovétskij Sotsialistícheskij Respublik o Unión de Repúblicas Soviéticas Socialistas (URSS). Asumo que esto lo aprendió en México.6. Cuando se me explico que el modelo de cohete en el que Yuri Gagarin fue al espacio era exactamente el mismo en el que integraban cabezas nucleares para enviar a EEUU, decidí preguntarle si le tenían miedo al guerra nuclear -tipo Guerra Fría- a lo que me respondió: "los rusos no le tememos a nada, si la bomba explota, en 10 segundos ya no vas a sentir, así que cual es el punto de tener miedo."
Entre muchas explicaciones detalladas y serias sobre cada equipo, traje, dispositivo y cohete me expreso una inmensa gratitud hacia México y lo bien que le habían tratado en su estancia en Querétaro. Después de dos horas, al final del recorrido, pretendí "pagar" sus servicios, que se negó a aceptar, simplemente me dijo: "esta es la nueva Rusia, lo hice porque me nació hacerlo, yo ni trabajo aquí, son un visitante como tú, pero son ruso y estoy orgulloso de nuestra historia así que quise compartirla contigo". En entrevista con Hacia el Espacio
1.- ¿En qué consistió la experiencia/ visita al Museo?
Conocer la otra parte de la historia, como ir al lado oscuro de la luna, el que nunca se ve en Hollywood.
2.- ¿Cómo fue, cómo la viviste?
Para los rusos, por lo menos en su discurso museográfico, en mi opinión, es que el tema espacial es universalista y humano, no distingue política, solo reconoce ciencia.
3.- ¿Nos puedes compartir algún antecedente?
No he tenido la oportunidad de estar en la NASA, pero estoy seguro de que después de esta experiencia rusa, ya nada será igual.
4.- ¿Se requiere alguna preparación?Afortunadamente, disfruto de entender y aprender historia, de otra forma el Museo del Espacio en Moscú hubiera sido una visita a una galería de arte-objeto. Creo que el disfrute total requiere de adentrarse en la historia de la carrera espacial.
5.- Durante la visita, ¿Qué pensabas?
¡Estos gringos!
6.- ¿Qué sentías?
Me dio mucho gusto ver y entender que hay más de una versión de la realidad sobre el significado de la conquista del espacio exterior.
7.- ¿Te gustaría compartir la experiencia?
SI, ¡claro!
8.- ¿Alguna perspectiva a futuro?
Esperaría alcanzar a ver que la ciencia ficción de mi tiempo se hizo ciencia aplicada a la conquista de nuevas oportunidades humanas fuera de este planeta.
9.- ¿Qué te dejó la experiencia?
Muchas dudas y gratas nueva interrogantes, llené algunos huecos históricos que los libros de texto no explican.
10.- ¿Si hubiera algo que compartir con los jóvenes, qué les dirías?
El futuro no esta inventado aún