“El Transbordador Espacial se alejaba lentamente, como estaba programado, lo vi casi desaparecer, a la distancia. Me vi flotando libremente en el espacio, la Tierra bajo mis pies, el espacio infinito sobre mi cabeza y me di cuenta de lo insignificante y vulnerable que era, entonces si me preocupé un poco. Por lo demás disfruté la experiencia como ninguna otra”.
El astronauta Bruce McCandless, quien murió el 21 de diciembre de 2017 a los 80 años, fue el primer ser humano en flotar libremente en el espacio, sin estar sujeto a ninguna estructura o nave espacial. Esto lo hizo el 7 de febrero de 1978 como parte de la misión STS-41-B con el Transbordador Challenger, para probar un MMU o JetPack que, impulsado por descargas de nitrógeno gaseoso, le permitió maniobrar en el espacio, de manera diferente pero similar a como lo hace el personaje de George Clooney en la película Gravity. La Unidad Tripulada para Maniobrar o MMU tiene un peso en Tierra de 136 kilos y en cierto momento hubo una razonable preocupación de que funcionara correctamente y permitiera al tripulante regresar al Transbordador Challenger de donde partió. Un capítulo importante dentro de su historial en NASA; McCandless fue el CapCom o encargado de la comunicación entre la Tierra y los astronautas durante la Misión Apolo 11, la primera que se posó en la Luna, quizá eso lo inspiró para comentar al inicio de la prueba: “habrá sido un pequeño paso para Neil, pero es un gran salto para mí”.
En una entrevista que otorgó a National Geographic, McCandless revela que, durante su primera caminata espacial, probando el MMU, “estaba temblando de frio”, dado que el sistema de enfriamiento del traje espacial está diseñado para mantener fresco y cómodo al astronauta durante las horas de arduo trabajo fuera de la nave. Sin embargo, él solamente movía los dedos de las manos, con lo cual su cuerpo, al no moverse no generaba el calor suficiente para equilibrar la temperatura en el traje, así que apagó el sistema de enfriamiento. Él pensó que fuera de la nave estaría en paz y tranquilo, lo cual no fue cierto, las comunicaciones por radio tanto de Tierra como de la nave no lo dejaron disfrutar con calma de su paseo en solitario por el cosmos.
La aventura duró aproximadamente 4 horas en las que viajando a 28 mil kilómetros por hora se mantuvo en formación con el transbordador, al cual no perdía de vista. Además de haber colaborado para el diseño del MMU, McCandless en su segunda y última misión espacial en 1990 participó en la puesta en órbita del telescopio espacial Hubble.
De familia de marinos condecorados, McCandless se formó en la Academia Naval Militar con una licenciatura en ciencias, posteriormente obtuvo una Maestría en Ingeniería Eléctrica y otra en Administración de empresas. Se entrenó como piloto de aviones jet de la Marina estadounidense. Fue en 1966 cuando la NASA lo incluyó como el más joven de la quinta generación de astronautas. Al retirarse de NASA lo contrató la empresa Lockheed Martin Space Systems.
El Transbordador Challenger tuvo un papel relevante en el programa espacial de NASA, a partir de su primer viaje en 1983, realizó tres misiones por año al espacio. Como sabemos, el Challenger fue destruido en su décima misión el 28 de enero de 1986.