La Estación Espacial Internacional (EEI) es un laboratorio y centro de investigación que, durante aproximadamente veinte años, ha mantenido a una constante tripulación internacional para la investigación de los efectos de la microgravedad.
Además de experimentos, los astronautas en la estación deben lidiar con los cambios que provoca orbitar en el espacio, y para que la seguridad de los astronautas no sea vulnerada en su estancia en la EEI, existen varias restricciones.
Al igual que en los aviones de pasajeros, en la EEI están prohibidas las armas y hacer experimentos con éstas. Sin embargo, los cosmonautas rusos en las naves Soyuz, llevan una pistola semiautomática como parte del kit de supervivencia que también incluye un cuchillo y un machete, en caso de que a su regreso a la Tierra tuvieran que defenderse de animales salvajes.
Es similar con los objetos punzocortantes. Están permitidos pues muchos son utilizados como herramientas. Incluso las jeringas, ya que se incluyen en el botiquín de primeros auxilios y es común que se extraigan muestras de sangre para analizar los niveles de hierro en los astronautas.
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Extracción de sangre para un análisis sobre los nieveles de hierro. Foto: NASA
Por otra parte, objetos que pueden parecer inofensivos en un avión de pasajeros, cómo galletas o cualquier otro alimento que genere migajas, en la EEI están prohibidos. Esto se debe a que en un ambiente de microgravedad, las cosas flotan, y al mínimo movimiento podrían dispersarse por la estación e interferir con el funcionamiento de los aparatos o hipotéticamente, entrar al ojo de uno de los tripulantes.
Por el mismo motivo se prohíben las especias y otros productos que puedan esparcirse. En su lugar hay alimentos deshidratados, líquidos, enlatados e incluso las bien conocidas por todos los mexicanos, las tortillas. En 1985 el astronauta mexicano Rodolfo Neri Vela sugirió incluir tortillas en el menú. Hasta la fecha siguen utilizándose, pues no generan migajas y sirven como envoltorio para los alimentos. Modificadas por la NASA, son hechas con harina especial que les permite conservar un buen sabor por hasta 18 meses.
La astronauta Karen Nyberg ha incluido tortillas fortificadas con hierro en su dieta espacial. Foto: NASA.
Las bebidas gaseosas tampoco están permitidas por ser bastante pesadas, además no funcionan igual que en la tierra. En microgravedad las burbujas de gas no pueden separarse del líquido en el estómago, esto causaría problemas estomacales.
El alcohol también está prohibido. En bebidas alcohólicas, por el sentido de responsabilidad que implica trabajar en la EEI, al menos ahora por parte de los astronautas de la NASA, pues Buzz Aldrin bebió un poco de vino antes de bajar a la luna junto a Neil Amstrong en 1969. Mientras que los cosmonautas rusos en la antigua estación MIR, llegaron a beber coñac y vodka.
Tampoco está permitido el alcohol en otros productos cómo perfumes, enjuagues bucales y cremas para afeitar. Se prohíbe por ser una sustancia inflamable, además afectaría al sistema de recuperación de agua y al sistema de purificación de aire de la estación.
Los materiales inflamables no están completamente prohibidos, pero se manejan con mucho cuidado. Desde hace algunos años se estudia el comportamiento del fuego en la microgravedad, con el fin de obtener información que ayude en caso de un accidente que involucre fuego dentro de la estación.