Después de que Yuri Gagarin se convirtiera en el primer hombre en el espacio, la carrera entre EE UU y la URSS se centró en el siguiente hito: llevar a los astronautas a la Luna y traerlos de regreso a la Tierra sanos y salvos. El programa soviético Vostok se reorientó es el desarrollo de cohetes más grandes y sistemas de aterrizaje apropiados para alunizar y regresar. Por su parte, EE UU asumir el reto de vencer a los rusos y hacer realidad el objetivo propuesto por el difunto presidente John Fitzgerald Kennedy de hacerlo antes de que acabara la década.
Entre 1961 y 1969 se llevaron a cabo una serie de misiones cada vez más complejas, vuelos de las de plaza Gemini, con alineaciones y acoplamientos en órbita, y culminando con las misiones Apolo a la Luna, con tres tripulantes. La Apollo 8 logró un hito relevante en 1969 Al poner a los tres primeros astronautas en órbita en torno a la Luna: ellos fueron los primeros en ver completamente en la Tierra desde el espacio, así como en la cara oculta de la Luna. LaLa hazaña se repitió en 1969 con la Apolo 10, Un ensayo general para el alunizaje, qué envió sus astronautas a tan sólo 16 km de la superficie de la Luna antes de traerlos de regreso. Entre tanto, los rusos, los rusos avanzaban en su programa Lunar secreto; pero en 1969 varios fracasos en lanzamientos no tripulados lo hicieron retroceder significativamente, abriendo la puerta a la victoria estadounidense.
La victoria de EE UU llegó el 20 de julio de 1969, cuándo el mundo entero pudo contemplar a Neil A. Armstrong y Edwin G “Buzz” Aldrin convertirse en los primeros seres humanos en aterrizar, caminar y trabajar en la Luna. Armstrong y Aldrin aterrizaron sobre las laderas volcánicas del Mare Tranquilitatis (Mar de la Tranquilidad), cuya antigüedad, según los análisis de las muestras, se estimó entre 3600 y 3900 millones de años.
Los astronautas pasaron dos horas y media recogiendo muestras y explorando el terreno. Al cabo de menos de un día despegaron y se unieron en órbita lunar al piloto del módulo de mando, Michael A. Collins, para regresar a la Tierra, un viaje de tres días de duración.