El mostrar los beneficios de los árboles que escapan a nuestros sentidos, y que son captados por la tecnología remota en forma de temperatura, humedad, captura de carbono y como contribuyen a mantener y/o modificar el clima y su papel en la transmisión de algunas enfermedades, esta es una verdad muy actual que utiliza la tecnología espacial para entender mejor el entorno
Los árboles, son organismos vegetales presentes en todos los continentes, los cuales tienen más de 3 m. de altura, un tronco o fuste bien definido y que se extiende en varias ramas principales e infinidad de ramas secundaria, la palabra árbol procede del latín arbor, -ŏris, de acuerdo con la Real Academia de la Lengua Española. “Planta perenne, de tronco leñoso y elevado, que se ramifica a cierta altura del suelo”.1
Los árboles siempre han estado presentes en nuestro planeta y son considerados importantes en la ideología de los pueblos y de muchas religiones, son usados en vocablos o refranes para señalar características particulares de una persona “es tan fuerte como un roble” o “árbol que nace torcido, nunca su tronco endereza”, donde nos indican la salud o las malas mañas de algunas personas.
Estos organismos brindan a los humanos su ayuda en infinitas situaciones, siendo las más comunes sombra, frutos, purifican el aire, otras que no son tan conocidas debido a que debemos de poner atención, serian que evitan la erosión de los suelos al atraparlo entre sus raíces o mejor dicho sistema radicular, que sus hojas son verdaderos laboratorios en donde transforman las sustancias químicas robadas al suelo, agua y aire, y transformarlos en hojas, tallos, flores y frutos, de algunos de ellos utilizamos sus hojas, flores, frutos, corteza y raíz con fines medicinales, ya sea de medicina alopática, homeopáticas o de manera tradicional, los cuales disfrutamos por su belleza en las plazas, parques y en nuestras casa.
Como cualquier ser vivo tienen diferentes necesidades no muy lejanas de las del hombre, requiere para su crecimiento oxigeno, bióxido de carbono, diferentes elementos minerales, agua, luz solar, temperatura adecuada, pero a la vez son organismos que coadyuvan a regular el clima de las ciudades, campos y bosques, capturan carbono en sus hojas, ramas y troncos (madera).
Se reclaman 22 árboles para suplir la demanda de oxígeno de una persona al día. 0,41 hectáreas con árboles (1 hectárea equivale a 10.000 metros cuadrados, digamos una manzana urbana), produce suficiente oxígeno al día para 18 personas2.
Los árboles tienen un valor dependiendo el uso que se les dé, por ejemplo ornamental como los que encontramos a lo largo de las calles o avenidas en nuestras ciudades, en una temporada solo están verdes o sin hojas, pero en otra estación del año están floreciendo y embellecen nuestra ciudad.
El valor económico de los árboles, depende de manera exclusiva de que tanta cantidad de madera se puede obtener de cada árbol y qué precio tiene esta si es para leña, triplay, pisos, muebles, etc. Pero eso no representa el valor real de estos organismos, debido al tiempo que transcurre para que tenga cierta altura y diámetro o para que nos brinde una buena sombra y nos regalen sus flores y fruta de temporada.
Imagen de satélite en Canal Infrarrojo de las 08:15 hora local
Pero hay otras maneras de ver a los árboles dentro de su hábitat rural o urbano, donde brindan a otros organismos, su protección, alimentación, refugio o les sirven de sostén en el caso de las orquídeas o de las bromelias, panales de abejas y avispas, nidos de pájaros, y albergar insectos, trasmisores de enfermedades como en el caso de la Enfermedad de Chagas que los insectos conocidos como los triatominos o conocidos popularmente como “chinches besuconas”, “chinches con pistola”, “vinchucas”, o “chipos” dependiendo el país o región que se trate, estos insectos se alimentan de sangre, y aprovechan los nidos de los pájaros para obtener su sangre y poder alimentarse , o bien facilitar el acceso de los insectos a las viviendas, ya que estos utilizan sus ramas para acceder al interior de las viviendas y alimentarse de sangre humana y así transmitir al hombre la enfermedad, ya que posterior a alimentarse defecan y en sus heces se encuentra el T. cruzi que es el parásito que ocasiona la Enfermedad de Chagas.
Podemos observar los arboles desde el espacio, quizás no de una forma bien definida por su forma, pero si por su color al diferenciar las diferentes formas del terreno forestal o agrícola, de donde no hay árboles, para esto necesitamos usar la tecnología como por ejemplo fotografías aéreas tomadas desde los aviones o las imágenes tomadas por diferentes satélites ubicados sobre nuestro planeta a diferentes alturas y que pueden también realizar una serie de análisis que a simple vista no podemos observar, como la medición de temperaturas en alguna zona en particular, la radiación solar la cual es evaluada a través de las mediciones de radiación ultravioleta e infrarroja las cuales pueden ser benéficas o malignas dependiendo de la cantidad de tiempo a la que se expone una persona, también se puede medir el porcentaje de humedad del aire y que se utilizan para realizar las predicciones climáticas, es decir si hará calor o frio determinado día y a qué horas será más intenso, o bien pronosticar lluvias o frentes fríos, los cuales afectan a todos los seres vivos del planeta.
Con este tipo de fotografías podemos identificar lugares, calles, arboles como los de la fotografía, en la parte inferior derecha se encuentra un Fresno y un poco más arriba se observan 5 ficus benjamina, la tecnología actual nos permite identificar una gran variedad de variables que podemos utilizar con fines recreativos, económicos, científicos, etc.
Por medio del uso de los satélites es posible obtener información muy importante, alguna la podemos observar a simple vista y otra solo es captada por los sensores que se encuentran en los satélites como por ejemplo podemos obtener imágenes en infrarrojo, ultravioleta, de humedad ambiental, temperatura, radiación solar, que nos indican haciendo un análisis histórico, los cambios que va teniendo el paisaje y de esta forma extrapolarlo a indicadores como probabilidad de plagas, inundaciones, desertificaciones etc. Y su consecuente daño a la salud.