Nació el 13 de mayo de 1855 en Boston. Percival se graduó en la Universidad de Harvard con distinciones en Matemáticas en 1876, dando un discurso en su graduación sobre el origen del Sistema Solar, mostrando su interés por la astronomía. En la navidad de 1893, adquirió el libro “La Planete Mars” que fue el incentivo principal para dedicarse al estudio del planeta rojo.
En la década de 1890, Lowell se enteró del descubrimiento de los “canales” de Marte gracias al astrónomo italiano Giovanni Schiaparelli, quién notó algunas estructuras alargadas en la superficie del planeta documentándolas en dibujos y anotando observaciones.
Lowell utilizó parte de su fortuna familiar para fundar el Observatorio Lowell en Flagstaff, Arizona. Se unió con William H. Pickering, igualmente astrónomo interesado en Marte para hacer posible este proyecto, equiparon con un telescópio de refracción Alvan Clark de 61 contímetros de diámetro. Pronto este observatorio se convirtió en uno de los mejores centros de investigación del mundo.
Imagen: Uno de los esbozos de Lowell de Marte, de hacia 1900, con las finas líneasque él y otros interpretaron como canales de irrigación a gran escala
Ante los ojos de Lowell, Marte estaba cubierto de intrincadas redes de líneas oscuras que solo podían ser obra de una especie inteligente. En su popular libro de 1906 “Mars and Its Canals” imaginó que se trataba de acueductos alienígenas diseñados para llevar agua de deshielo de los casquetes polares a las grandes ciudades ecuatoriales del planeta rojo. La idea de que Marte estaba habitado por una raza de hábiles ingenieros ganó popularidad rápidamente.
En la actualidad, con los datos obtenidos de las misiones espaciales enviadas al planeta vecino, tenemos información que desmienten las versiones tanto de Shiparelli, como de Lowell. Los canales de Marte en realidad, se tratan de ilusiones ópticas.