Los Juegos Olímpicos de Tokio 2020, oficialmente conocidos como los juegos de la XXXII Olimpiada, tendrán lugar entre el 24 de julio al 9 de agosto de 2020, contarán en su ceremonia inaugural con una lluvia artificial de estrellas fugaces. Para llevarlo a cabo, se prevé colocar un microsatélite en órbita alrededor del planeta, del cual serán liberadas a la atmósfera, decenas de pelotas de apenas 2.5 centímetros de diámetro, las cuales recorrerán un tercio del camino alrededor de la Tierra. Una vez que estas “estrellas artificiales" entren a la atmósfera, y debido a la fricción, se quemarán convirtiéndose en estrellas fugaces y podrán ser visibles en un área de 200 km de diámetro.
“Sky Canvas” es el nombre de este proyecto para la ceremonia inaugural de los Juegos Olímpicos de Tokio 2020 y es el desarrollo que la compañía japonesa Astro Live Experiences (ALE) trabaja para hacer realidad. En dicha compañía trabajan 17 personas, entre astrónomos, ingenieros espaciales y otros profesionales implicados en diversas tareas para desarrollar nuevas sustancias que imiten las estrellas o investigar zonas poco conocidas de la atmósfera.
Este proyecto lo lidera la doctora en astronomía Lena Okajima, quien asegura que su compañía es capaz de desplegar un espectáculo celeste en la localización geográfica y en el momento que se desee. La astrónoma y líder del proyecto, ha explicado que gracias a la composición de los objetos lanzados a la atmósfera, que será posible cambiarla para crear meteoritos con diferente coloración para así conseguir un espectáculo visual muy llamativo que irá un paso más allá de los actuales fuegos artificiales.
Los fondos han sido posibles gracias a inversores que aportaron siete millones de dólares para la star-up ALE. El enlace a dicha página es la siguiente: Astro Live Experiences.
La misión de ALE es contribuir a la investigación científica a través del entretenimiento:
“Algunos ejemplos del uso esperado de nuestro servicio serán festivales, espectáculos musicales, deportivos, promoción de la ciudad y parques temáticos que deseen resaltar los eventos con nuestras estrellas fugaces”
Lena Okajima.
Para diciembre de 2018 está previsto lanzar el microsatélite a bordo de un cohete de la Agencia Japonesa de Exploración Aeroespacial (JAXA), el cual, será puesto en órbita dentro de la termósfera (la segunda capa más alta de la atmósfera), y así, tenerlo listo para el evento inaugural de los Juegos Olímpicos de Tokio 2020.
Cada satélite ALE tendrá una autonomía de vuelo de cuatro años, cargará hasta 500 proyectiles y en cada espectáculo liberaría unos veinte. Para prolongar su apreciación desde tierra los meteoritos artificiales volarán a 80 kilómetros del suelo a una velocidad de 8 kilómetros por segundo, en comparativa, las estrellas fugaces naturales viajan a 72 kilómetros por segundo.
Si todo sale bien, el cliente que deseé contratar los servicios de la compañía ALE, deberá pagar un precio de varios miles de euros. En estos días los laboratorios ALE investigan nuevas sustancias que amplíen su gama cromática para eventos deportivos como el fútbol, en este momento su oferta solo permite agasajar con lluvia de estrellas a los clubes que se identifiquen con los colores naranja, azul y verde.
En cuanto a investigación, ALE colabora actualmente con varias universidades en los departamentos de ingeniería aeroespacial y mecánica: Universidad de Tohoku y Universidad Metropolitana de Tokio, Instituto Tecnológico de Kanagawa y Universidad Nihon. La científica espera además que la información recolectada por sus experimentos, permita calcular mejor la trayectoria de los satélites o de las naves espaciales que regresan a la Tierra.
En el siguiente vídeo podrás ver a la doctora Lena Okajima hablando más sobre el proyecto: