El pasado martes 16 de julio se celebró la primera parte del 1er. Congreso México hacia la Luna realizado por la Agencia Espacial Mexicana en la Cámara de Diputados de la Ciudad de México; a cincuenta años del primer alunizaje tripulado. Los principales ejes temáticos que se abordaron en el programa fueron los siguientes: el estado actual del retorno a la Luna, ¿Quién?, ¿Cómo? y ¿Cuándo?, se trataron temas sobre derecho espacial, política espacial, los grandes retos científicos y tecnológicos de esta exploración así como los beneficios sociales que una oportunidad de esta magnitud podría brindar a México al insertarse en las actividades para el retorno a la Luna, y posteriormente ser un actor y no solo un observador en el viaje de la humanidad a Marte.
En la inauguración el Dr. Javier Mendieta Jiménez, Director General de la Agencia Espacial Mexicana, recalcó la importancia de la participación de México en esta nueva era espacial y puso especial énfasis en la transición del país de ser un observador a un actor en estos temas.
“Estamos en la confluencia de dos grandes eras en la humanidad, la era de la información y la era espacial, aprovechémosla para proyectar esta nueva vocación productiva de México hacia el espacio. Pensar en la Luna sonaría remoto, sonaría a dispendio de recursos, pero la tecnología que se obtiene de manera directa e indirecta es absolutamente aplicable al beneficio social”, mencionó. Algunos ejemplos de estos beneficios son gracias a los satélites de comunicaciones que dan acceso a internet para disminuir la brecha digital y con este avance también se da paso a la telemedicina, la educación a distancia, el gobierno electrónico a distancia, los satélites de observación de la Tierra que dan las imágenes para salvar vidas en caso de desastres por fenómenos naturales y para manejar recursos como la agricultura, la pesca, los fenómenos costeros, el vulcanismo, el deslizamiento de tierra, incendios forestales y ahora el problema del sargazo. Los satélites dan la seguridad nacional en las comunicaciones y por supuesto permiten observar el medio ambiente en esa escala planetaria. Con estos ejemplos el Dr. Javier Mendieta apunta la importancia de que exista un equilibrio entre la incidencia social y el empuje de la industria.
Para finalizar la inauguración, el doctor explicó lo que se espera que se obtenga con la participación de México en esta importante misión: “En México no nos debemos contentar únicamente con contribuir a solucionar a través del espacio las necesidades sociales inmensas y desarrollar una industria para el reto de la competitividad sino también impulsar la exploración y el conocimiento. Estamos en la era espacial y tenemos que aparearnos a las metas, programas y sueños de las grandes potencias; la colonización de la Luna ya no es ir a poner la bandera, es colonizar la Luna y colonizar Marte. En México tiene carácter de inspiración hacia niños y jóvenes para que vean una alternativa en la educación y en el trabajo, el uso de los grandes beneficios del espacio.” De esta manera dio inició el programa del Primer Congreso México hacia la Luna.
La primera conferencia magistral llevó el nombre: “Misión de México hacia la Luna” a cargo de Ander Solórzano de la empresa Astrobotics, compañía de servicios de transporte para la entrega en la Luna de cargas útiles procedentes de varias partes del mundo. Durante su exposición mencionó la importancia de que los robots puedan navegar por su cuenta y detectar los recursos minerales de la Luna, así como tener la capacidad de tomar decisiones en situaciones de riesgo. El tema central de esta conferencia fue el futuro, la comercialización del espacio y las oportunidades que les puede dar a los países el colaborar cuando no tienen amplios recursos financieros. “En 2021 México se va a convertir en el primer país latinoamericano en enviar un experimento a la Luna. Por las características y limitaciones del lanzador que lo transportará, el viaje durará 30 días. Cuando llegue a la Luna, descenderá como lo hicieron las misiones Apolo”, comentó el conferencista.
Enseguida, se presentó el panel de jóvenes emprendedores donde se conocieron las visiones sobre el futuro del desarrollo espacial en México, cuáles son los planes de sus empresas y los obstáculos a los que se enfrentan.
El Ing. Juan Carlos Mariscal, de la empresa Dereum Labs, emitió su opinión respecto a la participación de México en el retorno a la Luna, comentó que el país debería enfocarse en aprovechar la infraestructura de exploración espacial que ya existe para desarrollar un ecosistema de emprendedores y proveer servicios a través de esa infraestructura actual para poder insertarnos en la carrera espacial.
El Ing. Jonathan Hernández de la empresa Woznic’s, resumió en cuatro etapas la importancia de los trajes espaciales en los viajes al espacio. La primera etapa dentro del proceso de elaboración de un traje espacial la tituló “Inspiración” que es el momento en donde recaba información y busca referencias que le permitan despertar la creatividad para diseñar el traje. Se refirió específicamente al colaborador y diseñador de Final Frontier Design. La segunda etapa la nombró “Atraer” y explica que existen réplicas de estos trajes en universidades, museos y dentro del arte cinematográfico. La siguiente etapa la designó como “Educar y conocer” porque uno de los elementos más importantes cuando se diseña un traje espacial es la investigación previa que se realiza sobre el funcionamiento del mismo. “En la Luna las temperaturas son extremas y se tiene que analizar cómo hacer un traje que pueda mantener a la persona con vida”, comenta. La última etapa la llamó “Emplear” y explica que los emprendedores no tienen el presupuesto para construir un traje espacial real, pero esa es la meta, el objetivo es colaborar con otras disciplinas para generar inspiración y que se considere la elaboración de trajes espaciales en un futuro.
El Ing. Ramón Córdova de la empresa BID360, sugirió que la posibilidad de generar tecnología espacial no es tan lejana, mencionó que la ciencia que no deja dinero está destinada a morir porque siempre debe dejar una huella en la sociedad. Finalmente recalcó la participación del gobierno en estas actividades para construir un ecosistema de innovación y así tener una meta en común.
Para cerrar este panel, el Ing. Humberto Torres del colectivo MxSpace, abundó en la dificultad del negocio espacial, analizó las capacidades que se tienen y cuáles se pueden desarrollar, teniendo esto en cuenta, México se puede sumar al esfuerzo de llegar a la Luna. “La tecnología va creciendo mucho más rápido que la capacidad legislativa del ser humano y esta tecnología aún no la enmarcan las leyes, se ha ido mejorando, pero uno de los puntos que se debe atacar es que haya reglas claras y legisladores que apoyen al nuevo espacio, falta seguimiento. Tener una buena industria espacial democratiza la tecnología y la comunicación que al final se traduce como poder”, agregó.
La siguiente conferencia magistral estuvo a cargo del Dr. Román Álvarez, del Instituto de Matemáticas Aplicadas y Sistemas de la UNAM, quien presentó la conferencia: “El reto de habitar en la Luna” donde expuso las medidas que se deben tomar para sostener vida humana en la Luna:
Primero, mencionó que en la Luna no hay atmósfera por lo tanto se requiere de protección para el alto vacío existente, no solamente para respirar sino para no evaporarse, las temperaturas superficiales varían de -230°C a +100°C entre los lugares soleados y los lugares en sombra por lo que se requiere de protección térmica. Por último algo que se debe considerar es que no se ha encontrado agua en la Luna por eso es esencial llevar o fabricar agua para poder subsistir ahí. “Sostener vida humana en la Luna para fines que no impliquen la investigación científica no parece viable en este momento, como hacer una colonia, eso no va a ocurrir”, expresó el Dr. Román Álvarez, geofísico especialista en rocas lunares. Como conclusión de esta ponencia mencionó que si México pretende participar en esta exploración espacial, primero debe dar muestra de sus capacidades dentro del territorio nacional antes de exponerse a estos ambientes.
En el siguiente panel llamado: “Propuestas para que México aporte tecnología para ir a la Luna” se contó con la presencia del Dr. Jorge Flores Troncoso de la Universidad Autónoma de Zacatecas; la Mtra. Carolina Gallardo, Consultora Espacial Internacional; el Lic. Marco Lepe de LP Bond y la participación del Dr. Héctor Vargas del Proyecto AztechSat 1. Las aportaciones de este panel incluyeron: México cuenta con talento humano y tecnologías importantes que le dan valor, debe integrarse a las cadenas productivas. Se debe tener un conocimiento de todo lo que cuenta México, porque es importante tener una base de datos para conocer nuestras capacidades, qué puede aportar cada institución; para ello es esencial que exista un punto de contacto entre cada institución y el gobierno. El vínculo será la Agencia Espacial Mexicana, un vínculo que se dé entre gobierno, industria y academia. Debe existir una legislación que facilite el desarrollo de empresas en el sector. Se debe impulsar el desarrollo de la ingeniería de sistemas complejos.
En el siguiente panel de este congreso se presentaron temas de regulación y derecho espacial para México hacia la Luna, donde se expusieron las razones por las cuales es importante para México participar en este viaje y qué se necesita en materia de seguridad espacial. Una de las principales razones es el conocimiento por el conocimiento mismo, otro aspecto importante es que el espacio regula buena parte de las actividades sociales y económicas actuales, existen intereses comerciales como la minería y el turismo espacial y para finalizar puede ser un factor determinante en la supervivencia de la humanidad.
Dentro de esta área lo que se necesita en México es reformar algunos artículos de la Constitución, estructurar un marco jurídico apropiado y emitir la Ley Nacional de Actividades Espaciales para que se realicen ciertas adecuaciones a la legislación y de esta manera empezar a hacer políticas públicas que faciliten el acceso al espacio.
El panel de cierre y conclusiones, a cargo del Ing. Mario Arreola Santander, Director de Divulgación de la AEM y Coordinador del Congreso, se desarrolló con el resumen de cada uno de los moderadores de los paneles anteriores, iniciando con el de Emprendedores, por el Mtro. Carlos Duarte Coordinador General de Formación de Capital Humano de la AEM quien reafirmó: “Si queremos desarrollar nuevas empresas tecnológicas espaciales en este país, necesitamos desarrollar una visión estratégica nacional. No podemos hacerlo de manera caótica, tiene que haber una visión de cuáles son nuestras fortalezas, nuestras debilidades y a dónde queremos llegar con estas nuevas empresas, aprovechar la infraestructura existente, desarrollar aplicaciones de software y servicios de valor agregado. Por su parte el Ing. Javier Roch Coordinador General de Desarrollo Industrial de la AEM reportó que las conclusiones dictan que se debe hacer un inventario nacional para conocer las capacidades y fortalezas con las que Mexico cuenta. Mismas que se pueden usar para integrarse a las cadenas de valor y detonar proyectos que fomenten la participación y el contenido nacional. Para poder manejar proyectos complejos se debe impulsar el desarrollo de la ingeniería de sistemas complejos.
Tocó el turno al Lic. Fermín Romero, Internacionalista y Consultor, quien indicó: es necesario que México cuente con una legislación en materia de actividades espaciales. Le daría fortaleza a la Agencia Espacial Mexicana y al país contar con una “Ley Nacional de Actividades Espaciales”. Surgió la propuesta de que la AEM sea una entidad autónoma, independiente, autorizada desde la Constitución, y que se inserte en el regreso a la Luna. Colaborar con COPUOS para detectar los vacios legales en los tratados y actualizar el andamiaje legal internacional.
Esta primera parte terminó con los agradecimientos del Coordinador del Congreso a nombre de la AEM a todos los que hicieron posible las actividades del día, y con la invitación a la segunda parte del 1er. Congreso México Hacia la Luna el viernes 19 de julio en la sede Auditorio “Humberto Vidal Mendoza” en Chimalhuacán, Edo. Mex.