Hoy quiero ofrecer un pequeño homenaje a una mente brillante y un corazón valiente, el Ing. Sergio Viñals Padilla, cuya partida deja un vacío inmenso en el mundo de la ingeniería y el desarrollo espacial en México. 

Sergio fue un hombre de visión, un pionero que no solo soñó con las estrellas sino que trabajó incansablemente para alcanzarlas. Como egresado del instituto Politécnico Nacional, llevó siempre en alto el nombre de su alma máter, demostrando con cada logro la excelencia de la educación que recibió. 

Como Director de la ESIME y Director General del IPN, su liderazgo transformó la educación en comunicaciones y electrónica, inspirando a generaciones de estudiantes a seguir sus pasos. Fue un maestro en toda la extensión de la palabra, cuya sabiduría y ejemplo moldearon las mentes y los corazones de quienes tuvieron el privilegio de llamarlo mentor.

Su valentía y ganas de vivir eran contagiosas; enfrentó cada desafío con una determinación que inspiraba a todos a su alrededor. Como impulsor del sector espacial, Sergio fue la fuerza motriz detrás de proyectos que colocaron a México en el mapa de la tecnología espacial, como los nanosatélites Painani, pioneros del desarrollo espacial.

En el Centro de Desarrollo Espacial del IPN, su visión y pasión por la innovación llevaron a avances significativos que hoy forman la base de nuestra capacidad espacial. Y como impulsor de la Agencia Espacial Mexicana y miembro de su junta directiva, su legado se extiende más allá de nuestras fronteras, hacia el infinito cosmos que tanto amaba.

Sergio, tu legado perdura en cada satélite que orbita nuestro planeta, en cada estudiante que decide mirar hacia las estrellas y en cada colega que, como yo, tuvo la fortuna de conocerte y trabajar contigo desde hace más de 40 años. Tu valentía, tu pasión y tu incansable búsqueda de conocimiento son un faro de luz que seguirá guiando nuestro camino. Tu memoria y tus sueños seguirán vivos en cada uno de nosotros.