Helio 3, una razón para regresar a la Luna.

Carlos Duarte Muñoz

Fecha: 2017-07-04


Conforme aumenta la población de la Tierra, dependemos cada vez más de la disponibilidad de energía barata, limpia y segura. Entre muchas de las opciones que se han planteado para obtener esta energía, está el uso del Helio 3 (He-3).

 

El He-3 es un isótopo de Helio que podría utilizarse como combustible en futuras plantas generadoras de energía eléctrica a partir de la fusión nuclear, ya que su capacidad de conversión de energía es notable, a tal grado que se ha estimado que con sólo 25 toneladas de este material se podrían cubrir las necesidades energéticas de Estados Unidos durante un año. De llegarse a controlar la fusión nuclear, se cree que este isótopo podría proporcionar energía segura en un reactor de fusión, ya que no es radiactivo y por lo tanto no produce desechos peligrosos como otras opciones de fusión como el deuterio y el tritio, isótopos del hidrógeno.

 

El problema es hay muy poco He-3 en la Tierra y esto lo hace excesivamente caro. La Luna, sin embargo, se estima que contiene grandes cantidades de He-3. Esto se debe a que, a diferencia de la Tierra, que está protegida por su campo magnético y su atmósfera, la Luna ha sido bombardeada durante millones de años por el viento solar y como resultado, se ha acumulado mucho He-3 en su superficie, atrapado en forma de gas dentro del polvo lunar.

 

 

Representación artística de minería en la Luna.

 

A partir de extrapolaciones de los datos obtenidos por las misiones Apolo del siglo pasado, se ha estimado que en la superficie lunar hay alrededor de 1.1 millones de toneladas métricas de He-3 a una profundidad de unos pocos metros. Aunque la concentración del He-3 en el polvo lunar es baja -se requerirían procesar unos 150 millones de toneladas de polvo lunar para obtener una tonelada de He-3- esta concentración es bastante aceptable para los procesos de minería terrestre actuales. Además, se ha estimado que para separar el He-3 del polvo lunar, basta con calentar a este último a una temperatura de unos 6000 C.

 

 

imagen: DSi

 

A pesar de su abundancia en la Luna, para emplear el He-3 falta conquistar muchos retos tecnológicos para utilizarlo como una fuente de energía en la Tierra. El principal reto es lograr controlar la fusión del He-3, ya que ésta requiere de temperaturas mucho más altas que la fusión de deuterio-tritio, que es la que se está investigando actualmente. Una vez que esto se logre, se tendría que resolver el problema de extraerlo, procesarlo y transportarlo a la Tierra en cantidad suficiente y a precios económicos.

 

Debido a sus ventajas con respecto a otras fuentes de energía, muchos países están considerando la explotación de He-3 en la Luna para generar energía en la Tierra. Entre estos países se encuentran la Unión Europea, China e India y ya están haciendo planes para su explotación, por lo que, de llegarse a dominar la fusión del He-3, una nueva fiebre de oro podría ocurrir en la superficie lunar en el futuro y proyectarnos Hacia el Espacio.



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Revista Hacia El Espacio de divulgación de la ciencia y tecnología espacial de la Agencia Espacial Mexicana.