Varios años de desarrollo y pruebas de la nave espacial Dragon Crew, para tripulación humana se vieron coronados con éxito este fin de semana al llegar de manera autónoma, con supervisión del equipo en Tierra, a la Estación Espacial Internacional.

En Tierra decimos llegaron a la cima, cuando se alcanza la cumbre de una montaña. En el espacio tendríamos que referirnos a que la misión realizó con éxito una etapa importante: alcanzar y conectarse en el puerto de la Estación Espacial Internacional. Como se tratará de misiones tripuladas, eso es apenas la mitad de la misión. La otra mitad es regresar a los astronautas con vida a la Tierra. Sin duda la más peligrosa en el sentido del riesgo que esto implica. Descender en el ángulo correcto para que la nave no se destruya con el calor de la fricción generada durante su reingreso.

La estructura del cuerpo de acoplamiento en la EEI, en donde se fijó la nave Dragon Crew es de reciente adición a la estructura de la EEI ya que se instaló durante una caminata espacial en el 2015, con el propósito específico de recibir naves del programa espacial comercial de los EEUU.

La nave no está tripulada por humanos, en su ugar se colocó un manequí llamado Ripley que tiene sensores para conocer las fuerzas a las que estarían suletos los astronautas tanto al ascenso como al reingreso a Tierra.

La llegada de esta primera nave habilitada para seres humanos marca un hito en la historia moderna de los viajes espaciales, ya que da inicio al regreso de los astronautas de EEUU al espacio, enviados por lanzadores comerciales hechos en los EEUU y desde territorio de los EEUU. Adicionalmente es la primera prueba del puerto de acceso a la EEI por una nave para astronautas y carga.

Los anfitriones en la EEI fueron los astronautas Anne McClain de USA, David Saint-Jacques de la Canadian Space Agency y el cosmonauta ruso Oleg Kononenko, quienes se dieron a las tareas de inspeccionar la nave y realizar varias pruebas para comprobar que su sello era hermético y poder hacerla parte de la EEI.

Es un primer y muy importante hito en el avance del programa espacial comercial de los Estados Unidos de América.