Si bien es cierto que desde Copérnico se sabe que la Tierra gira alrededor del Sol, eso no nos impide tomarnos ciertas libertades que convierten a la Tierra en centro de referencia, si no del Universo si del Sistema Solar, por ejemplo en el caso de Marte, éste es el primer planeta de la zona que llamamos Sistema Solar exterior, dado que el punto de referencia lo pusimos nosotros los terrícolas, partiendo de la Tierra, ya saben este asunto terracéntrico que nos permite la libertad de ser los únicos humanos del vecindario, ahora, ya comprobado. De la misma forma a la distancia entre la Tierra y el Sol la llamamos elegantemente “Unidad Astronómica” o UA. Entonces Marte se encuentra a 1.5 UA del Sol.
Marte se asemeja a la Tierra; Su eje de rotación está inclinado, esto lo hace tener cuatro estaciones durante el año marciano que es 1.88 veces el terrestre, casi dos años terrestres. Su día, al que se le ha denominado Sol, dura en promedio 24:39 horas, un poco mas largo que el nuestro y su año tiene una duración de 669 soles. Diferencias importantes son su tamaño que es como la mitad del de nuestro planeta, al tener 6,794 Km de diámetro por 12,756 Km de la Tierra, lo cual impacta en la gravedad al ser solo 1/3 de la nuestra, por lo que una persona que pesa 69 kilos aquí, allá pesará 23. La composición de su atmósfera de 95% dióxido de carbono, 3% nitrógeno, 1.5% de argón y apenas un 0.13% de oxigeno difiere enormemente de los 78% de nitrógeno y 21% de oxígeno de la Tierra, eso y su delgada atmósfera de 1% de la terrícola, la hace irrespirable, o bueno si la trata usted de respirar, le podría ir la vida en ello, para que quede claro.
Su órbita elíptica con una excentricidad mayor que la de la Tierra, hace que la distancia que nos separa cuando estamos cerca sea de 56 millones de kilómetros y un máximo de 400 millones de kilómetros en números redondos, cuando los planetas se encuentran en los extremos opuestos de sus respectivas órbitas. Por eso, para llegar a Marte se debe calcular con precisión la trayectoria y el momento de salida de la Tierra a fin de llegar al planeta vecino y no perderse en el infinito y más allá como pasó con varias misiones de Rusia y Estados Unidos antes de que tuvieran éxito. Y a diferencia de las misiones Mars Express de la ESA y la Mangalyaan de la India, que llegaron al primer intento, las de Japón y China, nunca se toparon con el escurridizo Marte.
En el artículo “Cuándo pondremos el primer pié en Marte” de Carlos Duarte en éste número, podrán leer los detalles para una misión tripulada con retorno a la Tierra, porque también hay la opción de MARS ONE del viaje con boleto solo de ida. La duración del viaje con retorno sería de aproximadamente de dos años y medio. Esto contrasta con el viaje de ida y vuelta a la Luna, que las naves Apolo del ‘69 al ‘72 hicieron en una semana o un poco más dependiendo de la misión. Por ese contraste Marte es nuestro vecino distante.
Hablemos más de este interesante objeto celeste, como los llaman cariñosamente los Astrónomos, quienes utilizan como símbolo el escudo y la lanza del dios de la guerra para referirse a Marte.
Marte se asemeja a la Tierra; Su eje de rotación está inclinado, esto lo hace tener cuatro estaciones durante el año marciano que es 1.88 veces el terrestre, casi dos años terrestres. Su día, al que se le ha denominado Sol, dura en promedio 24:39 horas, un poco mas largo que el nuestro y su año tiene una duración de 669 soles. Diferencias importantes son su tamaño que es como la mitad del de nuestro planeta, al tener 6,794 Km de diámetro por 12,756 Km de la Tierra, lo cual impacta en la gravedad al ser solo 1/3 de la nuestra, por lo que una persona que pesa 69 kilos aquí, allá pesará 23. La composición de su atmósfera de 95% dióxido de carbono, 3% nitrógeno, 1.5% de argón y apenas un 0.13% de oxigeno difiere enormemente de los 78% de nitrógeno y 21% de oxígeno de la Tierra, eso y su delgada atmósfera de 1% de la terrícola, la hace irrespirable, o bueno si la trata usted de respirar, le podría ir la vida en ello, para que quede claro.
Su órbita elíptica con una excentricidad mayor que la de la Tierra, hace que la distancia que nos separa cuando estamos cerca sea de 56 millones de kilómetros y un máximo de 400 millones de kilómetros en números redondos, cuando los planetas se encuentran en los extremos opuestos de sus respectivas órbitas. Por eso, para llegar a Marte se debe calcular con precisión la trayectoria y el momento de salida de la Tierra a fin de llegar al planeta vecino y no perderse en el infinito y más allá como pasó con varias misiones de Rusia y Estados Unidos antes de que tuvieran éxito. Y a diferencia de las misiones Mars Express de la ESA y la Mangalyaan de la India, que llegaron al primer intento, las de Japón y China, nunca se toparon con el escurridizo Marte.
En el artículo “Cuándo pondremos el primer pié en Marte” de Carlos Duarte en éste número, podrán leer los detalles para una misión tripulada con retorno a la Tierra, porque también hay la opción de MARS ONE del viaje con boleto solo de ida. La duración del viaje con retorno sería de aproximadamente de dos años y medio. Esto contrasta con el viaje de ida y vuelta a la Luna, que las naves Apolo del ‘69 al ‘72 hicieron en una semana o un poco más dependiendo de la misión. Por ese contraste Marte es nuestro vecino distante.
Hablemos más de este interesante objeto celeste, como los llaman cariñosamente los Astrónomos, quienes utilizan como símbolo el escudo y la lanza del dios de la guerra para referirse a Marte.
¿Marte es realmente rojo?
Cuando vemos a Marte en el cielo nocturno, definitivamente tiene un tinte rojizo. Los antiguos egipcios lo llamaron: “El rojo”.
Gran parte del suelo de Marte está compuesto por mineral de hierro, y cuando éste queda expuesto a la intemperie, se oxida y toma tonos rojizos. De la misma forma que aquí en casa, los objetos hechos de ese metal que dejamos en el exterior de un patio, o una azotea como una bicicleta vieja o la misma herrería de puertas y ventanas que no se pinta, se torna de un color rojizo marrón.
En las imágenes que nos envían los orbitadores, y las sondas fijas sobre suelo marciano (Lander) o los vehículos robóticos móviles (Rovers), se puede ver que la mayor parte del terreno en Marte tiene más tonos ocre. Y dependiendo de que minerales estén alrededor, algunos paisajes pueden ser más dorados, café obscuro (debido a la exposición solar) o incluso hasta un poco verdosos. Por lo que en realidad, el llamado “Planeta Rojo” tiene en realidad, diferentes colores.
Cuando vemos a Marte en el cielo nocturno, definitivamente tiene un tinte rojizo. Los antiguos egipcios lo llamaron: “El rojo”.
Gran parte del suelo de Marte está compuesto por mineral de hierro, y cuando éste queda expuesto a la intemperie, se oxida y toma tonos rojizos. De la misma forma que aquí en casa, los objetos hechos de ese metal que dejamos en el exterior de un patio, o una azotea como una bicicleta vieja o la misma herrería de puertas y ventanas que no se pinta, se torna de un color rojizo marrón.
En las imágenes que nos envían los orbitadores, y las sondas fijas sobre suelo marciano (Lander) o los vehículos robóticos móviles (Rovers), se puede ver que la mayor parte del terreno en Marte tiene más tonos ocre. Y dependiendo de que minerales estén alrededor, algunos paisajes pueden ser más dorados, café obscuro (debido a la exposición solar) o incluso hasta un poco verdosos. Por lo que en realidad, el llamado “Planeta Rojo” tiene en realidad, diferentes colores.
¿Cómo es su cielo y clima?
Quizá hay quien piensa que Marte, siendo “el planeta rojo”, tendría el cielo rojo, sin embargo la misión “Laboratorio de Ciencia en Marte” o MSL Curiosity de la NASA, ha enviado valiosa e interesante información sobre los amaneceres y atardeceres de nuestro rojo vecino. En Marte el polvo color rojizo marrón del suelo es levantado por los fenómenos climáticos hacia lo alto de la atmósfera, produciendo un tono rosado en el cielo marciano.
Imágenes recientes, muestran que los amaneceres y atardeceres son muy diferentes a los de la Tierra. Marte al estar más lejos del Sol, la cantidad de energía luminosa que le llega es de menor intensidad (la reducción del disco solar a 0.35° comparado con la Tierra a 0.5º) y la atmósfera de Marte es muy delgada (equivale al 1% de la Tierra). Estas diferencias hacen que durante el día se dispersen los colores más rojizos del espectro electromagnético visible dando al cielo marciano un color rojizo. Sin embargo, al empezar o acabar el día, cuando el Sol está bajo y atraviesa más atmósfera, las finas partículas de la atmósfera marciana dispersan las longitudes de onda más pequeñas, haciendo que los cielos tengan un color más azulado.
A veces los vientos son tan fuertes que se producen tormentas de arena que llegan a cubrir el planeta entero por varios días.
Su fina atmósfera no le ayuda a conservar el calor. Se considera un planeta frio al tener una oscilación en temperaturas a lo largo del año que van de menos 150ºC en el invierno más frío en los polos, hasta +20ºC en un verano caluroso en el ecuador, con un promedio de -50ºC . Por eso, los que vayan de visita tendrán que ir bien abrigados, o ir solo en el verano.
¿Podemos escuchar a Marte?
La NASA ha grabado, con ayuda de las sondas espaciales Voyager-1 y Voyager-2, los “sonidos” de todos los planetas del sistema solar, y del propio Sol. Las “voces” planetarias en realidad son frecuencias electromagnéticas, resultado de la interacción de las partículas del viento solar con la magnetósfera de cada planeta, las cuales fueron convertidas posteriormente en un sonido perceptible para el oído humano.
Quizá hay quien piensa que Marte, siendo “el planeta rojo”, tendría el cielo rojo, sin embargo la misión “Laboratorio de Ciencia en Marte” o MSL Curiosity de la NASA, ha enviado valiosa e interesante información sobre los amaneceres y atardeceres de nuestro rojo vecino. En Marte el polvo color rojizo marrón del suelo es levantado por los fenómenos climáticos hacia lo alto de la atmósfera, produciendo un tono rosado en el cielo marciano.
Imágenes recientes, muestran que los amaneceres y atardeceres son muy diferentes a los de la Tierra. Marte al estar más lejos del Sol, la cantidad de energía luminosa que le llega es de menor intensidad (la reducción del disco solar a 0.35° comparado con la Tierra a 0.5º) y la atmósfera de Marte es muy delgada (equivale al 1% de la Tierra). Estas diferencias hacen que durante el día se dispersen los colores más rojizos del espectro electromagnético visible dando al cielo marciano un color rojizo. Sin embargo, al empezar o acabar el día, cuando el Sol está bajo y atraviesa más atmósfera, las finas partículas de la atmósfera marciana dispersan las longitudes de onda más pequeñas, haciendo que los cielos tengan un color más azulado.
A veces los vientos son tan fuertes que se producen tormentas de arena que llegan a cubrir el planeta entero por varios días.
Su fina atmósfera no le ayuda a conservar el calor. Se considera un planeta frio al tener una oscilación en temperaturas a lo largo del año que van de menos 150ºC en el invierno más frío en los polos, hasta +20ºC en un verano caluroso en el ecuador, con un promedio de -50ºC . Por eso, los que vayan de visita tendrán que ir bien abrigados, o ir solo en el verano.
¿Podemos escuchar a Marte?
La NASA ha grabado, con ayuda de las sondas espaciales Voyager-1 y Voyager-2, los “sonidos” de todos los planetas del sistema solar, y del propio Sol. Las “voces” planetarias en realidad son frecuencias electromagnéticas, resultado de la interacción de las partículas del viento solar con la magnetósfera de cada planeta, las cuales fueron convertidas posteriormente en un sonido perceptible para el oído humano.
¿Tiene “Lunas”?
Marte tiene dos satélites naturales cuyo origen es controversial; Fobos y Deimos. Son relativamente pequeños y giran rápido cerca del planeta Fobos (miedo) tiene poco más de 26Km por el lado más largo, gira a menos de 6.000 Km de la superficie de Marte, cada 7 horas y media. Deimos (pánico) tiene alrededor de 16Km por el lado más largo, y gira a 23.460 Km en poco más de 30 horas. Ambos satélites fueron descubiertos en Agosto 11 y 12 de 1877 respectivamente por el astrónomo norteamericano Asaph Hall.
Marte tiene dos satélites naturales cuyo origen es controversial; Fobos y Deimos. Son relativamente pequeños y giran rápido cerca del planeta Fobos (miedo) tiene poco más de 26Km por el lado más largo, gira a menos de 6.000 Km de la superficie de Marte, cada 7 horas y media. Deimos (pánico) tiene alrededor de 16Km por el lado más largo, y gira a 23.460 Km en poco más de 30 horas. Ambos satélites fueron descubiertos en Agosto 11 y 12 de 1877 respectivamente por el astrónomo norteamericano Asaph Hall.
¿Cómo se escribe Marte en diferentes idiomas?
Español - Marte
Inglés - Mars
Nahuatl - Xixilhuitztlic
Chino - 火星 (Huǒxīng)
Ruso - Mapc
Griego - Άρης
Coreano – 화성 (hwaseong)
Nepal - मंगल
Telugu - మార్స్
¿Quiénes han llegado a Marte?
A pesar de la proximidad de Marte, éste planeta es difícil de visitar, de ahí que lo nombro vecino distante. Ha habido decenas de misiones y solo unas cuantas han tenido éxito. Se dice que existe un tal “Demonio de Marte”, una fuerza imaginaria que sabotea las naves que viajan al Planeta Rojo.
En la sección ¿Sabías qué? de este número encontrarán la relación de las misiones a marte a todo color y en forma gráfica.
Finalmente, a pesar de que nuestro vecino distante se puede percibir como un mundo polvoriento y congelado, es la opción más cercana que tenemos con el potencial suficiente para seguir explorando la posibilidad de intentar convertir un mundo inhóspito en un lugar habitable, y quizá en un futuro remoto en algo semejante a la Tierra.
Español - Marte
Inglés - Mars
Nahuatl - Xixilhuitztlic
Chino - 火星 (Huǒxīng)
Ruso - Mapc
Griego - Άρης
Coreano – 화성 (hwaseong)
Nepal - मंगल
Telugu - మార్స్
¿Quiénes han llegado a Marte?
A pesar de la proximidad de Marte, éste planeta es difícil de visitar, de ahí que lo nombro vecino distante. Ha habido decenas de misiones y solo unas cuantas han tenido éxito. Se dice que existe un tal “Demonio de Marte”, una fuerza imaginaria que sabotea las naves que viajan al Planeta Rojo.
En la sección ¿Sabías qué? de este número encontrarán la relación de las misiones a marte a todo color y en forma gráfica.
Finalmente, a pesar de que nuestro vecino distante se puede percibir como un mundo polvoriento y congelado, es la opción más cercana que tenemos con el potencial suficiente para seguir explorando la posibilidad de intentar convertir un mundo inhóspito en un lugar habitable, y quizá en un futuro remoto en algo semejante a la Tierra.