Los páneles solares son las fuentes de energía primaria más comunes en las naves espaciales, principalmente en los satélites que orbitan a la tierra. Esto se debe al flujo confiable de energía que emite el sol y que puede ser convertido en energía eléctrica por celdas fotovoltaicas. Este flujo de potencia, llamado densidad de potencia de la radiación solar, es de aproximadamente 1,400 W/m2 cerca de la tierra y disminuye con el cuadrado de la distancia al sol.