Las órbitas satelitales son las trayectorias en las que se coloca un satélite para cumplir su misión. Estas trayectorias están definidas por leyes matemáticas precisas que dependen de las fuerzas que actúan sobre el satélite, entre las que predomina la gravedad de la tierra. Una vez que se establece, la órbita de un satélite no se puede cambiar con facilidad, a menos que disponga de una fuente de energía para hacerlo. Es por esto la órbita de un satélite se escoge con mucho cuidado y tiene una importancia fundamental para cumplir su misión. Existen varios tipos de órbitas dependiendo de la distancia a la tierra, su inclinación respecto al ecuador terrestre, y su excentricidad, entre otros parámetros, por lo que cada una de ellas tiene una aplicación específica.