La carrera espacial ha traído grandes beneficios tecnológicos para la humanidad como la miniaturización de los aparatos electrónicos, mejoras en la telecomunicación y, observación del clima del planeta, entre muchos otros; pero también nos ha traído el gran problema de basura orbitando nuestro planeta. El Centro de Operaciones Espaciales Europeo (ESOC) registra que solamente un 6% de los objetos artificiales que orbitan nuestro planeta son satélites operacionales [1]. El problema no es pequeño y amenaza con crecer rápidamente en los próximos años si no se toman fuertes medidas para su contención y mitigación